Según datos desestacionalizados obtenidos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inversión fija bruta cayó en un 0.25 por ciento la tasa mensual durante abril de 2023.
Este decremento se registró luego de dos meses seguidos con aumentos, y también fue el más pronunciado para el mes de abril desde el 2020, cuando tuvo una caída del 29.32 por ciento.
Así pues, la inversión fija se desenvolvió de buena manera en meses recientes, consecuencia del nearshoring principalmente, también derivado del conflicto comercial entre China y Estados Unidos, así como el aumento en los costos logísticos y tiempos de entrega en las importaciones chinas.
El descenso de la inversión fue a causa de la construcción, que sufrió una contracción del 2.15 por ciento, el peor desempeño en los últimos 11 meses, mientras que en materias de maquinaria y equipo subió 2.25 por ciento.
El producto podría no ser del todo representativo, pues de los cuatro principales componentes, tres aumentaron y además, la cifra negativa negativa surgió del desplome de la construcción residencial que perdió 7.46 por ciento en el mes.
La construcción residencial está experimentando su peor caída en 3 años e incluso está en niveles que son 20.4 por ciento más bajos que su promedio del 2018 en medio de un panorama que se caracteriza por las elevadas tasas en el interés y el bajo ímpetu de las empresas de construcción.
Así pues, en otros rubros de construcción no residencial y maquinaria y equipo nacional el escenario ha permanecido estable, por otro lado, la inversión en equipo importado para la apreciación del tipo de cambio ha dado lugar a un crecimiento sostenido.
Aun con esta polarización entre sus componentes, el INEGI señala que la inversión no ha podido despuntar y todavía está debajo de su promedio antes de la crisis, desentonando con otros elementos de la economía más dinámicos.
Con información de Jair García / Imagen del Golfo
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