Quieren los empresarios que el gobierno pague sus salarios

En qué país vivimos que los grandes empresarios pretenden que el gobierno federal de López Obrador pague los salarios de sus empleados. Nada más piden que trabajen para ellos y que otro sea el que cubra sus emolumentos. El cinismo y el descaro en toda su dimensión.

El líder de la Coparmex Gustavo de Hoyos  en su desplegado lanza la iniciativa de un salario solidario para que no dejen el sector obrero de percibir dinero. Pero que este sea pagado por la federación. ¿Las ganancias de esta operación para quienes serían? Obviamente se quedan callados los dueños de las grandes empresas que incluyen a las trasnacionales que existen en el país. 

Pide esta organización patronal la suma 96 mil 440 millones de pesos para  mantener a la clase trabajadora un mes. Es lo que cuesta la construcción y el funcionamiento del

Pareciera que esperan  la gente humilde se levante y los lleve a un paredón a este grupo de empresarios que quieren ser mantenidos. 

Ordenó un ¡ya basta!, el gobierno federal. 

Pareciera que existía una regla de oro entre los periodistas de la ciudad de México donde ningún medio se atreviera a criticar a otro órgano noticioso, al igual que los periodistas entre sí eran prácticamente intocables. Llegó el día que este hechizo de medios y redactores de noticias invulnerables se rompió. 

El canal de televisión Once que pertenece al Instituto Politécnico Nacional exhibió a los conductores de radio y televisión más conocidos como traidores que impiden el desarrollo y el progreso de México. Son los siempre mencionados, Ciro Gómez Leyva, Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola y las mujeres que manejan estos noticieros más vistos.     

Este rompimiento de lanzas puede tener sus graves consecuencias por tratarse del canal Once un medio oficial. Lo que implica un hasta aquí del gobierno federal. 

Romper el silencio Karime

Se lanzó en serio Karime Macías Tubilla exesposa del exgobernador Javier Duarte en contra del secretario de Finanzas consentido, Antonio Tarek Abdalá al denunciarlo ante la Fiscalía General de la República y rompió el silencio del responsable del desvío de 55 mil millones de pesos. 

Una suma que nadie se podía imaginar, dinero que no llegó para solucionar los graves problemas y carencias que tiene el pueblo de Veracruz. Un despilfarro impresionante que enriqueció de sobremanera a unos cuantos funcionarios estatales que se presumían de ser honrados servidores públicos. Es una lista de quince miembros del gabinete duartista que debieran estar en la cárcel.

A la ciudadanía no les interesa que  los encierren, lo que importa es que devuelvan lo robado y no hay uno sólo de ese gobierno corrupto priista que se salve y sea la honrosa excepción. 

La actitud del actual diputado federal Tarek Abdalá fue la de esperarse hasta el último día del gobierno de Peña Nieto para ampararse de manera personal a cambio de denunciar a sus anteriores jefes, siendo él, quien decidía a que empresas fantasmas debía canalizarse ese dinero público que no les pertenecía.

El angelito tiene 32 carpetas de investigación y once averiguaciones previas. Figuran también 750 millones de pesos que disque fueron para pagos a medios de comunicación. ¿Cuáles periódicos o estaciones radio o TV?