Aunque fue fundada como refresquería "Chayo", cuyos dueños originales ya fallecieron, todo el mundo conoce este puesto por Cándido, el de los tacos, quien durante los últimos 43 años de su vida los ha dedicado a la cocina.
Nacido en Tenejapa, Oluta, Cándido Martínez Ortiz, de 63 años de edad, es todo un personaje popular en las inmediaciones de la terminal y del mercado Vicente Obregón, en el barrio Tamarindo de Acayucan.
Con su sonrisa característica y su buena energía, que hace que cualquier conversación sea agradable, a diario se le puede ver por las noches atendiendo a sus clientes, desde amas de casa, choferes de autobuses, de taxis, trabajadores del mercado, y profesores quienes buscan disfrutar de tacos de bistec, pastor, tortas o chocomilk después de una larga jornada de trabajo.
Cándido siempre tuvo el objetivo de estudiar gastronomía, y recuerda con gratitud que cuando tenía 20 años, la fallecida doctora y ex alcaldesa de Cosoleacaque, Gladys Merlín Castro, y su padre Heliodoro Merlín, le dieron trabajo durante 8 años en el restaurante que tenían en Oteapan.
Gracias a la familia Merlín, pudo concluir sus estudios de gastronomía en una universidad de Coatzacoalcos. Después de que el restaurante "El Tomito" cerrara debido a problemas de seguridad, regresó a Acayucan, donde pronto encontró empleo en la refresquería de los difuntos Rosario "Chayo" Cruz Hernández y don Oswaldo Reyes.
Además de organizar banquetes y taquizas como parte de su propio negocio, Cándido también laboró en el área de cocina de la casa del migrante en Oluta, pero como si algo lo jalara, nuevamente fue requerido en el puesto donde hoy pasa sus noches ofreciendo sus deliciosos tacos, cuyo ingrediente principal es el amor que pone en su preparación, según él.
El puesto que atiende Cándido está ubicado en el circuito Manuel Acuña, frente a una tienda de conveniencia, a un costado de la privada que sale hacia la Miguel Hidalgo cerca de la terminal.
Como todo buen comerciante, Cándido tiene opiniones sobre diversos temas, desde la dificultad de la vida, las ventas bajas y la política. Y, actualmente critica que el gobierno local no haya abordado aún el estado de abandono del mercado y regular la actividad de los vendedores ambulantes.
Enfrentando las adversidades de la vida, Cándido se esfuerza por apoyar a su familia, a sus hermanas y a dos sobrinos huérfanos. Tiene una actitud clara: no darse por vencido, seguir adelante y sonreír a la vida por difícil que parezca.
Alex Ceja/Imagen del Golfo
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