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Muere 'Doña Chole', lideresa del mercado Campesino en Agua Dulce
Tiempo de Lectura: 3 min Doña Chole siempre defendió al PRI y a los campesinos
La mañana de este martes, falleció la locataria del mercado Campesino, Soledad Pérez Esponda, también conocida como luchadora social y defensora de los campesinos en el municipio de Agua Dulce.
La mujer quien militó toda su vida en el PRI, era ampliamente conocida en esta ciudad, debido que por más de 30 años vendió champurrado, avena y pan de dulce en la central de abasto.
En la última entrevista que sostuvo con el corporativo Imagen del Golfo, recordó que a finales de la década de los setentas, cuando el país vivía momentos trascendentales en la vida política, al impulsar el gobierno de José López Portillo la Reforma Política, ella fundaba la colonia Benito Juárez y posteriormente fue pionera en la construcción de lo que hoy es el mercado Campesino.
“Doña Chole” como también era conocida, fue fundadora del ejido El Granero, luego que a través de las luchas agraristas, consiguiera la obtención de 300 hectáreas, las cuales entregó desde las décadas de los ochentas a centenares de campesinos que no tenían donde vivir, ni donde trabajar la tierra.
Representó las causas agraristas ante las autoridades del entonces gobernador del estado, Fernando Gutiérrez Barrios, sorprendiendo ya que rápidamente ocupó el liderazgo de los campesinos.
Junto a ellos, comenzaban a sembrar y a tener sus primeras producciones de frijol y maíz, para luego vender sus productos en el área del Repasto, dando inicio así la creación del mercado Campesino.
Pérez Esponda, se enfrentó desde los años setentas a la sociedad “machista” y a la violencia de género, rompiendo los paradigmas que las mujeres eran el ‘sexo débil’, utilizando como única arma, la ‘voluntad’ para enfrentar las desigualdades.
Jamás negó su formación partidista e incluso en todo momento defendió las siglas del PRI y siempre defendió el trabajo de su amigo, el extinto Don Roberto Ricardez Orueta.
Doña Chole, pasaba todo el día en el mercado, donde a través de su venta de atole y panes en el puesto número uno del mercado, logró mantener a sus seis hijos, enseñándoles como formación humana, que deben luchar siempre, por las causas justas y de los desprotegidos.
