El libramiento de la Anáhuac, en el tramo comprendido entre las calles Aviador Rovirosa y Abasolo, se mantiene como un foco de infección debido a la acumulación constante de basura y desechos.
Durante años, este punto ha sido utilizado como un tiradero clandestino, sin que se haya logrado erradicar el problema, a pesar de diversas esquemas empleadas por las autoridades de la ultima década. Montones de residuos, incluidos animales muertos, se esparcieron a lo largo de la vía, generando malos olores y un alto riesgo sanitario para quienes transitan por la zona.
Incluso el pequeño arroyo que cruza el área acumuló desperdicios, convirtiéndose en un punto crítico de contaminación; la presencia de desechos orgánicos y materiales plásticos ha favorecido la proliferación de fauna nociva y el deterioro del ecosistema.
Vecinos del sector han señalado que, pese a diversas limpiezas, la problemática persiste, afectando la imagen urbana y la calidad de vida de los habitantes, por lo que la falta de medidas efectivas ha permitido que el sitio continúe operando como un basurero a cielo abierto.
MIGUEL A. RODRÍGUEZ/IMAGEN DEL GOLFO
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