En lo que ha transcurrido del último trimestre del año, los empeños han aumentado en un cien por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que refleja la difícil situación economía que están padeciendo muchas familias hidrómilas.
De acuerdo a la información proporcionada por el personal de distintas casas de empeño ubicadas a lo largo de la avenida Francisco I. Madero, en el centro de la ciudad, la población sigue encontrando en el empeño una forma rápida de obtener dinero.
Aunque la mayoría recibe menos del 60 por ciento del valor de su prenda, es más grande la necesidad de obtener recursos para solventar gastos médicos, escolares, emergencias familiares, legales o para completar el gasto de la semana.
Los días en los que las personas se acercaban para empeñar piezas de oro y otros metales preciosos ya pasaron, actualmente la moneda de cambio pareciera ser la tecnología, pues los celulares, pantallas, aparatos electrónicos y electrodomésticos son los que más llegan a las casas de empeño.
De todas las piezas entregadas en garantía, la mitad cuando menos ya no es recuperada por los dueños, pues no pueden pagar a tiempo los intereses mensuales. Lo mismo ocurre con herramientas de trabajo, las cuales ocupan el segundo lugar entre los objetos más empeñados.
Aunque Agua Dulce es considerado como un municipio de alto ingreso por la industria petrolera, solamente el 10 por ciento de la población trabaja o depende de un trabajador petrolero; el resto depende de actividades comerciales variadas, pero actualmente el desempleo sigue en aumento.
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