El asesinato de Mateo Santiago, un niño de 12 años de edad, ha dejado consternación e indignación en León, Guanajuato y en el país en general. El crimen, ocurrido en circunstancias desgarradoras dejó un malestar en la sociedad. Desde su desaparición hasta el hallazgo de su cuerpo sin vida, la comunidad ha vivido con dolor e impotencia de no poder hacer nada para evitar lo sucedido.
Mateo fue visto por última vez el 03 de febrero cuando salió de la Escuela Secundaria Técnica número 39, de la que era alumno. Esa tarde, como tantas otras, fue al consultorio del doctor Christian Augusto Jafet ‘N’, un podólogo para quien el niño trabajaba haciendo labores de limpieza.
No obstante, ese día Santiago no volvió a su casa, lo que activó de inmediato las alarmas en su familia, quienes rápidamente dieron aviso a las autoridades y posteriormente se activó la alerta Amber para comenzar en la búsqueda del chiquillo; no obstante, nadie imaginaba lo que ocurriría después.
En medio de la angustia por su ausencia, un video captado por las cámaras de seguridad de la zona cercana a su escuela comenzó a dar nuevas pistas. En el metraje se veía a Mateo caminar tranquilamente con su uniforme escolar y su mochila por la calle Pedro Otero. El niño se dirigía como de costumbre al consultorio de podología, sin embargo, no sabía que esa sería la última vez que sería visto con vida.
Lo que parecía ser su recorrido cotidiano se convirtió en la clave con el que las autoridades indagaron sobre su paradero. La familia de Mateo Santiago confirmó que el hoy occiso trabajaba en el consultorio del doctor Christian ‘N’, quien vivía cerca de su casa, por lo que la policía comenzó a investigar el consultorio del podólogo, donde pronto todas las piezas del caso apuntaban a él como el principal sospechoso.
Pero todo dio un giro inesperado, pues el hombre intentó quitarse la vida al percatarse de la presencia de los agentes quienes ya contaban con una orden de cateo para su domicilio. Sin embargo, el presunto agresor no logró su cometido y fue trasladado a un hospital local, donde mientras recibía atención médica, confesó haber abusado sexualmente del menor para posteriormente matarlo.
En su declaración, el podólogo aparte de haber admitido el infanticidio y la violación, detalló que tenía un cómplice con el que realizó dichas fechorías. Posteriormente, el hoy detenido reveló la ubicación del cuerpo del jovencito, el cual yacía en un terreno baldío localizado entre los límites de León y Lagos de Moreno, Jalisco, donde las autoridades acudieron para confirmar la versión del victimario.
En cuanto al segundo implicado, la Fiscalía de Guanajuato ya tendría identificado al sujeto, aunque no dieron a conocer su identidad, por lo que la línea de investigación continúa abierta.
El caso ha dejado a la comunidad rota, mientras las autoridades tratan de esclarecer todos los detalles del crimen. La familia de Mateo, devastada por la pérdida, continúa esperando que se haga justicia. Para ellos, las horas y los días que han pasado desde la tragedia no han hecho más que aumentar el dolor y la incertidumbre.
Por medio de redes sociales, se compartió una conmovedora imagen de la banca vacía de Mateo Santiago, donde sus compañeros de clases colocaron flores, una fotografía de él y una nota a manera de homenaje a su difunto amigo, quien apenas se encontraba en primer grado.
Por otro lado, el día de ayer, los seres queridos de Mateo Santiago lo despidieron por medio de una misa de cuerpo presente en la Catedral de León, donde decenas de ciudadanos acudieron para darle el último adiós, a la par de exigir justicia por tan despiadado crimen.
El cuerpo del chico fue sepultado en el cementerio localizado en el bulevar Delta, donde sus familiares se unieron por la tristeza y el inmenso dolor que la partida del pequeño les deja.
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