Cuando JN.1 (BA.2.86.1.1) surgió por primera vez en septiembre, se clasificó con BA.2.86 debido a que descendía de ese linaje. Por su parte, la subvariante BA.2.86 de Omicron, conocida comúnmente como Pirola, surgió el verano y rápidamente llamó la atención de sanitarios debido a sus extensas mutaciones. Sin embargo, a medida que pasaron rápidamente se pusieron en la lupa de autoridades sanitarias por sus extensas mutaciones. Pero a lo largo de las semanas, BA.2.86 no se incrementó significativamente y los investigadores determinaron que compartía similitudes con cepas anteriores de SARS-CoV-2. No obstante, varios meses posteriores, JN.1 ha ganado fuerza y supone una de las variantes predominantes.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) referenciaron por primera vez la subvariante JN.1 en septiembre. Para finales del mes de octubre, JN.1 integraba menos del 0.1 por ciento de los virus SARS-CoV-2, mientras que BA.2.86 incrementó en prevalencia. Pero ahora, BA.2.86 solamente representa aproximadamente el 1.6 por ciento de las variantes que actualmente circulan en Estados Unidos, y además ha sido reemplazada por su pariente cercano, la JN.1, la cual posiblemente representa entre el 15 por ciento y el 29 por ciento de las variantes que actualmente circulan en el país de las barras y las estrellas. Es hoy en día la variante de más veloz crecimiento, de acuerdo a los CDC.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, ya clasificó el pasado diciembre a JN.1, debido a la velocidad con la que se propaga, una variante de interés (VOI) separada del linaje original BA.2.86. Por otro lado, la evidencia disponible deja ver que el riesgo adicional para la salud pública mundial que presenta es considerado actualmente bajo.
Se trata de una más transmisible que otras variantes en circulación, pero es poco probable que esta subvariante llegue a los niveles del primer brote de Covid-19 en la primavera de 2020 o el de la variante Omicron.
Los síntomas que podrás ver si te encuentras contagiado de JN.1 van a depender en parte de tu salud subyacente y del nivel de inmunidad que tengas, pero, generalmente son similares a los virus ocasionados por otras variantes, como dolor de garganta, congestión, secreción nasal, tos, fatiga, dolor de cabeza, entre otros, de acuerdo a expertos de la Academia Americana de Medicina (AMA por su siglas en inglés).
Para cualquier caso, tanto la sintomatología como su gravedad van a depender en parte de la inmunidad individual de cada individuo a la vacunación y a una infección previa.
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