Veracruz comenzará el 2025 enfrentando un panorama económico sumamente complicado debido a su alta dependencia de las remesas enviadas por connacionales en el extranjero. Este factor refleja una economía local debilitada y la falta de oportunidades laborales que obligan a miles de veracruzanos a emigrar.
El gobierno estatal, encabezado por Rocío Nahle, asume la responsabilidad de una entidad con retos colosales en casi todos los indicadores de bienestar.
La generación de empleos, el acceso a servicios básicos, y la mejora de infraestructura son sólo algunos de los múltiples retos que enfrenta Veracruz.
Un estudio reciente sobre el índice de progreso social 2024, publicado por la organización "México, ¿Cómo Vamos?", retrata una realidad alarmante para el estado. En este índice, el estado ocupa la posición 28 de 32 en necesidades humanas básicas, una situación que evidencia el rezago en aspectos fundamentales para la calidad de vida.
Por ejemplo, el 21.6% de la población veracruzana enfrenta carencias en el acceso a la alimentación, ubicándose en el lugar 25 a nivel nacional. Además, Veracruz está en la posición 29 en el índice de muerte materna y 27 en mortalidad infantil. Estos indicadores reflejan la urgente necesidad de fortalecer los servicios de salud.
En acceso a agua y saneamiento, el panorama también es desalentador: Veracruz ocupa el lugar 27 en el acceso general y el 29 en disponibilidad de agua dentro de las viviendas.
El estado también enfrenta severos rezagos en educación. Ocupa el último lugar a nivel nacional en acceso al conocimiento: posición 32 en matriculación en educación preescolar, 29 en índice de analfabetismo y 30 en matriculación en primaria. Asimismo, se encuentra en el lugar 29 en usuarios de telefonía móvil, en hogares con computadora y en acceso a internet.
En salud y bienestar, los indicadores también le colocan entre los estados con peores desempeños. Veracruz ocupa el lugar 29 en esperanza de vida, que es de apenas 73.5 años; el último lugar (32) en mortalidad por enfermedades circulatorias y diabetes, reflejando fallas graves en la prevención y atención médica.
Por otro lado, el acceso a la educación superior también es limitado: Veracruz está en el lugar 29 del país con una tasa de absorción del 60.9% y una cobertura del 22%, lo que lo posiciona en el lugar 28.
El grado de escolaridad promedio de las mujeres mayores de 15 años es de 8.6, uno de los más bajos del país.
Estos datos reflejan una realidad contundente: Veracruz enfrenta un enorme rezago social. Los retos son evidentes y requieren atención inmediata. Para el gobierno de Rocío Nahle, el problema será implementar estrategias efectivas que permitan revertir estas condiciones.
@luisromero85
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