Crónicas del Poder: Morena en el espejo del PRD: El riesgo de la fragmentación interna

• - Luchas tribales llevarían al canibalismo político  
• - En el país y Veracruz, "diluyen" conflicto con fotografía  
• - Las escaramuzas de Adán Augusto-Monreal y Bautista-Cazarín  
• - Las tribus nacionales y las de Veracruz  

Huérfanos de la autoridad que les daba el expresidente Andrés Manuel López Obrador, hay quien asegura que los recientes zafarranchos entre militantes distinguidos de Morena en el país y en Veracruz apuntan a que partido vivirá muy pronto un proceso de descomposición parecido al del PRD. En cinco años se gestó su destrucción.  

El PRD, que nació de un amplio movimiento social y político en los años 80, se convirtió en un actor central en la transición a la democracia en México. Sin embargo, su caída nos muestra cómo un partido que una vez fue un faro de esperanza puede transformarse en una maquinaria de intereses personales y disputas internas.  

El PRD nació en un contexto de lucha y esperanza. La candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 concitó el apoyo de diversas organizaciones sociales y populares, desde movimientos campesinos hasta sindicatos. Este amplio respaldo permitió que el PRD se consolidara como una fuerza política relevante, a pesar del fraude electoral que impuso a Carlos Salinas de Gortari como presidente.  

La creación del PRD en 1989 fue un intento de canalizar la indignación social hacia la institucionalización de un nuevo partido político, con un programa que prometía democracia, combate a las desigualdades y ampliación de libertades. Sin embargo, con el tiempo, el PRD se convirtió en un partido de burócratas y políticos profesionales, divididos en corrientes tribales más interesadas en mantener sus privilegios que en cambiar la realidad del país.  

La alianza del PRD con el PRI y el PAN, partidos responsables de fraudes electorales y represión, fue el clavo final en el ataúd de su relevancia política. La pérdida del registro es simplemente la legalización de su irrelevancia, dicen los que saben.  

DE LA REVOLUCIÓN DE LAS CONCIENCIAS AL INTERÉS PERSONAL 

Esta historia nos lleva a reflexionar sobre el futuro de Morena, el partido hegemónico actual. Morena se presenta como la "esperanza de México" y como el partido de izquierda que está llevando a cabo una "revolución de las conciencias" y una "revolución pacífica". Sin embargo, ya vemos prácticas políticas en algunos de sus cuadros y dirigentes que nos recuerdan a la descomposición del PRD. La pregunta es: ¿podría Morena seguir el mismo camino?  

La analogía es clara. Al igual que el PRD en sus inicios, Morena nació de un movimiento social y político que buscaba cambiar la realidad del país. Sin embargo, las disputas internas y la lucha por el poder entre diferentes grupos políticos dentro de Morena podrían llevarlo por el mismo camino de descomposición que siguió el PRD.  

Si Morena no logra mantener su cohesión y sus principios, podría convertirse en una maquinaria de intereses personales y disputas internas, perdiendo su relevancia y su capacidad de transformar la sociedad.  

En la última semana, disputas internas de Morena tuvieron un final aparentemente feliz tanto a nivel nacional como en el estado de Veracruz.  

ADÁN AUGUSTO-MONREAL; BAUTISTA-CAZARÍN Y LAS TRIBUS  

Los baños de estiércol que se vivieron entre el senador Adán Augusto López y el diputado Ricardo Monreal por recortes a la cámara alta y presuntos contratos indebidos, llevaron a ambos morenistas a una pelea pública que terminó con una fotografía con Rosa Icela Rodríguez, donde todo quedaba presuntamente arreglado.  

Una escenografía falsa que en los próximos meses podría desvanecerse, ya que tanto el tabasqueño como el zacatecano representan grupos en busca de poder dentro de Morena.  

En el caso de Veracruz, esta escena del altiplano tuvo su analogía con el encontronazo entre el presidente del Congreso de Veracruz, Esteban Bautista, y el ahora delegado de Bienestar, Juan Javier Gómez Cazarín.  

También la disputa terminó con una fotografía con la gobernadora Rocío Nahle García. Lo cierto es que habrá denuncias por presuntos actos delictivos en la gestión dentro del Legislativo del nativo de Hueyapan de Ocampo. Y todo lo que se vivió no terminará en una feliz fotografía, sino que tendrá sus consecuencias para minar el espacio de gestión pública que tiene Gómez Cazarín. "Hay que descarrilarlo antes de que crezca", se asegura al interior de Morena.

Ya lo vivió el PRD. Lo que lo llevó a su muerte fueron las disputas internas entre tribus, donde empezaron a hacer negocio y los intereses del partido pasaron a un segundo plano y, en último lugar, los intereses del país o del estado.  

Así como a nivel nacional cada vez son más públicas las tribus o los grupos políticos como el de Monreal, el de Adán Augusto, el de Andy López o el de Claudia Sheinbaum, por mencionar algunos, en Veracruz también hay analogías.  

Aquí en el estado están los grupos de Rocío Nahle, el de Manuel Huerta, el de Sergio Gutiérrez Luna, incluso el de Gómez Cazarín.  

LA DESCOMPOSICIÓN DEL PRD: ADVERTENCIA PARA MORENA 

Morena tiene la oportunidad de aprender de los errores del PRD y evitar su destino. Para ello, debe mantener su cohesión interna, evitar las disputas de poder y seguir fiel a sus principios y a su compromiso con la sociedad. De lo contrario, podría convertirse en un PRD hegemónico, pero igualmente irrelevante como fuerza transformadora.  

La descomposición del PRD es una advertencia para Morena y para todos los partidos políticos.  

La historia nos muestra que la pérdida de principios y la lucha interna por el poder pueden llevar a la irrelevancia y a la extinción. Morena debe tomar nota y actuar en consecuencia si quiere evitar el mismo destino.  

La sociedad mexicana merece partidos políticos comprometidos con la transformación social y no con la perpetuación de intereses personales. El tiempo dirá si Morena estará a la altura del desafío de sobrevivir sin la figura de Andrés Manuel.  

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