Tras una emotiva misa de cuerpo presente en la iglesia San Martin Obispo de Acayucan, dieron el último adiós al joven policía Raymundo Vásquez García, asesinado en Monterrey, Nuevo León, el pasado 19 de marzo.
En medio de aplausos, y lágrimas de los presentes; el féretro partió de donde tuvo domicilio en la calle Constitución hacia la céntrica parroquia, y finalmente al panteón municipal.
Con el objetivo de darles una mejor calidad de vida a sus dos pequeños hijos Gabriel de 6 años y Valeria de 3, el oriundo de Acayucan, emigró a Monterrey para unirse a las filas de la policía.
La muerte del acayuqueño de 30 años de edad, ocurrió mientras atendía un llamado de emergencia sobre una persona sospechosa, siendo atacado a balazos y despojado de su patrulla. Las cámaras de una patrulla de la policía de Monterrey registraron la posterior persecución y baja del homicida.
"Raymundo era un joven con un gran corazón, siempre dispuesto a ayudar a los demás, era buen hijo, y buen padre", dijo entre lágrimas, su madre, la apreciada abogada, Amparo García Antonio, quien en todo momento estuvo acompañada de su hija Saray y sus nietos. "Lo extrañaremos mucho, pero sabemos que su sacrificio no fue en vano".
Raymundo es considerado un héroe que dio su vida por proteger a los demás y cuyo legado vivirá en el corazón de su familia y de la gente que lo amó.
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