"Tengo miedo de que de repente se me acerque alguien, en especial un hombre, y me diga algo o me apunte con un arma y me quiera hacer daño", son las palabras de angustia de Rosario, de 13 años, cuya vida ha sido trastocada por la violencia.
Entre un grupo de skaters, en el fondo del parque Juárez de Xalapa, una niña realiza ágiles maniobras con su patineta. Su semblante relajado ya la vez concentrada hace pensar que nada podría preocuparle más que mejorar sus trucos; sin embargo, un enemigo poderoso la acecha tan de cerca que lo puede sentir hasta en el último poro de la piel.
“No me siento segura”, dijo Rosario visiblemente afectada. La ola de inseguridad y desapariciones que se ha desatado en el estado y el país ha cambiado su vida en un abrir y cerrar de ojos y, desde el fondo de su corazón, grita una angustiante súplica para no ser la siguiente.
De acuerdo con el Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres en Veracruz, de enero a marzo de 2022 en la entidad se registraron 160 desapariciones de niñas y mujeres, es decir, 1.7 casos por día.
El 2021 cerró en 685 informes y, de seguir la tendencia, en este año el número de mujeres y niñas desaparecidas podría incluso rebasar dicha cifra.
No obstante, lo que más ha preocupado a activistas y organismos es la desaparición de niñas y adolescentes cada vez más pequeñas, principalmente entre los 11 y 13 años de edad.
Casos como el de Debanhi Escobar han cambiado la vida que Rosario conocía, pues de salir a las calles y jugar libremente en parques infantiles, pasó a caminar con miedo y patinar en horarios donde todavía es suficientemente fuerte la luz del día.
“Antes me salía sola y había hombres que me veían. He comenzado a hablar con mis padres sobre que me recojan de la escuela; no me quiero ir sola porque secuestran a los niños”, dijo.
Este Día del Niño, Rosario sueña con una ciudad sin machismo y con más libertad para las mujeres, donde las niñas pueden vivir su infancia sin miedo.
“Quiero que haya más policías, porque solamente hay unos cuantos que pasan; que haya más seguridad, que los padres estén con los niños, que los estén vigilando… en especial a los más chiquitos”, dijo afligida.
Para María de los Ángeles, madre de Rosario, el secuestro de cada vez más niñas y adolescentes ha significado vivir en un viacrucis constante. En su casa, los permisos para fiestas se han acabado, pues prefiere un desencuentro momentáneo a toda una vida de dolor.
“Yo que tengo dos hijas, me piden permiso y les digo 'yo te llevo, estoy llamándote, no consumimos alcohol…' y pues antros, no, están suspendidos los permisos.
“Es angustiante, porque está uno viendo la hora que dijo que iba a llegar, se pasa cinco minutos, te manda a buzón, le mandas WhatsApp y no, simplemente lo trae en vibrador, pero a uno se le va el alma al cielo” .
María de los Ángeles resaltó la importancia de que la sociedad se dé cuenta del fenómeno que se está dando últimamente, donde ser niño ya no es una garantía de que no serán tocados por la delincuencia.
“Es una lástima que la ciudad se ve restringida en el aspecto de la libertad para los adolescentes o los niños, porque antes íbamos a la tienda, comprábamos y, con toda la seguridad, llegábamos a la casa, pero ahorita es temeroso ya”.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Búsqueda, del total de menores desaparecidos en el país, 54 mil 332 fueron localizados, aunque 613 de ellos sin vida.
Las cifras son alarmantes, cuando según las estadísticas de dicho organismo, en los últimos 15 años un menor desaparece cada dos horas en México.
En Veracruz el panorama no es alentador: de las 89 mil 885 personas reportadas como desaparecidas en México, 5 mil 337 corresponden al estado y, de estas, mil 280 –es decir, el 24 por ciento–, son niñas, adolescentes o mujeres.
Ser niño, en Veracruz, no es fácil y, como docente, María de los Ángeles lo ha visto.
“Los papás a veces también van por los hijos porque tienen intento de secuestros. Ahí estaban los papás pidiendo ver a su hijo y se lo llevaban inmediatamente y el niño faltaba más de 15 días. ¡Qué inseguridad para los padres y los hijos! Y para la familia en general es como una célula de temor.
“A los niños les tocó una época difícil y cruel, porque, desgraciadamente, hay noticias de desapariciones y apariciones trágicas”, lamentó.
Reportes de la Comisión Nacional de Búsqueda coinciden con su percepción, al reconocer un aumento significativo de desapariciones en los últimos años en la entidad, siendo Coatzacoalcos, Córdoba, Poza Rica, Veracruz y Xalapa los municipios con mayor incidencia.
> De acuerdo con la Unicef, uno de cada cuatro adolescentes de entre 12 y 17 años experimentaron alguna situación de ciberacoso.
> El 90 % de las violaciones contra niñas en México sucede en el entorno familiar.
> Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en México abuso cada año 5.4 millones de niños, niñas y adolescentes son víctimas de sexual, lo que lo convierte en el primer país del mundo en abuso sexual de menores.
> En México son explotados sexualmente entre 80 y 85 mil niñas y niños.
> Muchos niños desaparecidos terminan siendo explotados sexualmente, obligados a trabajos forzados o son vendidos por traficantes de órganos.
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