Acusan que delincuentes se “amafian” con chatarreras de Veracruz

La industria del robo de cobre y aluminio no ha terminado porque nadie renuncia a los jugosos dividendos que deja, cuyo monto es poco menos que imposible de conocer a ciencia cierta porque nadie da facturas por lo robado y quien compra, tampoco.

El presidente del Movimiento Renovador Democrático, Marco Antonio Moncayo Parra, dijo que sustituir el cableado de cobre por aluminio no fue una buena idea porque este metal no parece ser tan eficiente para conducir la electricidad.

En todo caso, lo que hizo fue darles a los delincuentes nuevas formas de hacer negocio, muy lucrativo, por cierto, en complicidad con las llamadas chatarreras o recicladoras, que se han convertido en el gran negocio de los últimos años.

“Los rateros siguen robando las tapas que aún quedan de fierro, pero la Comisión (Federal de Electricidad) ahora está cambiando a unas taiwanesas de plástico, pero no se dan abasto.

“Yo creo que el kilo de cobre está como a 280 pesos, y ya está más caro; sigue valiendo caro. Y el fierro también. Las chatarreras hicieron mucho dinero y es un mal que existe en Veracruz que no ha sido atacado en todas sus raíces”, señaló Moncayo Parra.

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