Víctor Manuel Kidnie de la Cruz, en sus primeros cinco días en la plataforma Akal Romero, no dio golpe, se la llevó tranquilo descansando en su habitación de donde casi no salió.
Kidnie es nivel supervisor A, encargado de ayudar a quien se encarga de realizar la perforación, pero al estar fuera de operación pues no tenía nada que hacer en su área de trabajo y se dedicó a comer, rezar y dormir.
Este miércoles Víctor Kidnie -si el tiempo se lo permitió- bajó a tierra de su guardia bastante descansado cumpliendo sus 14 días de labores, los faltantes se le tomaron en cuenta con su chequeo médico y la capacitación que le dieron para subir a la plataforma.
Recursos Humanos de PEMEX, por lo que señalan los trabajadores a manera de protección, envió al exlíder petrolero a la plataforma Akal Romero, donde en primer lugar no hay trabajadores de la Sección 47 y no hay quien le reclame su mal proceder cuando fue secretario general, en segundo lugar, todos los que trabajan ahí son del sindicato de la Sección 42, que nada tuvieron que ver con el exlíder.
Kidnie de la Cruz, según las fuentes estando arriba en la plataforma fue tratado bastante bien por sus nuevos compañeros y durante su pequeña estancia permaneció mucho más tiempo en su habitación, en una de esas que se dignó a salir a tomar el aire, se dirigió al comedor donde estaban varios petroleros que le pidieron tomarse la histórica foto.
Kidnie, según trabajadores de la Sección 47 donde era el rey, afirman que el señor representa un peligro en cualquier plataforma que lo llegaran a subir porque el tiene 26 años de no trabaja en ese puesto, siempre permaneció comisionado, por lo tanto, no cuenta con experiencia en el ramo de la perforación y por eso Pemex optó por enviarlo al Akal Romero que por el momento el pozo está inactivo.
En octubre de este año se van a renovar las dirigencias de las 36 secciones sindicales y del secretario general nacional, por eso a Kidnie, no le importó la humillación sufrida y tampoco pidió su jubilación porque quiere volver a reelegirse apoyado por sus cuatro incondicionales, el único inconveniente es que los trabajadores petroleros de la Sección 47 ya se libraron de él y lo último que quisieran es que regrese, sí que regrese lo que se llevó, ahora que está muy de amigo de los del sindicato de la 42, le proponen que mejor haga campaña con ellos y quien quita que una de esas de el gran salto y llegue a ser secretario general de esa sección.
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