¿Qué tan malo es comer chicharrón para la salud?

Colocada como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco, la gastronomía mexicana ha llegado a ser uno de los pilares de la cultura del país, que está en todos los rincones del mundo. Desde tacos, enchiladas, hasta platillos elaborados como las carnitas o el pozole. 

Uno de los alimentos más deliciosos es el chicharrón, que puede prepararse y colocarse en múltiples formas como en las quesadillas, gorditas, sopa de tortilla, taco placero, en salsa verde o roja, huaraches, entre otros. Los mexicanos podemos consumirlo en distintas formas, pero ¿es sano?

¿Qué tan malo es consumir chicharrón de manera regular?

El chicharrón es uno de los alimentos que no puede faltar en cualquier mesa familiar en el país, ya que es un delicioso complemento, sin embargo no podría ser tan buena opción si estás intentando reducir algunas tallas o perder algunos kilos de más.

En cualquiera de sus formas, ya sea carnita, gordito o delgado, el chicharrón de puerco debe freírse en gran cantidad de grasa, por lo que según Healhline, este producto en cualquiera de sus presentaciones de 57 gramos, contiene:

• 1 gramo de sodio
• 35 gramos de proteína
• 310 calorías
• 18 gramos de grasa

Este alimento contiene gran cantidad de sodio, con lo que con una pequeña porción de 57 gramos, puedes haber superado lo recomendado al día para una dieta balanceado, ya que de acuerdo con la clínica Mayo, lo ideal es no exceder los 2.3 miligramos de socio al día, ya que está asociado con la hipertensión.

Los daños al cuerpo por consumir chicharrón con regularidad. Fuente: Canva.

Por otra parte, al ser frito en cualquiera de sus presentaciones, este alimento contiene una gran cantidad de calorías, lo que lo convierte en un peligro para la salud, ya que esto puede provocar aumento de peso. 

Y por ende, obesidad, males cardíacos, diabetes, entre otras enfermedades crónicas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por eso aunque sea delicioso, lo mejor es consumirlo de manera ocasional con el fin de evitar daños permanentes a la salud.