Coatzacoalcos | 2024-11-12
Veracruz vive hoy su peor crisis de seguridad, expuso el periodista especializado en asuntos de seguridad Oscar Balderas, quien añadió que la entidad está a manos de grupos depredadores del crimen organizado, siendo la extorsión el delito que desequilibra a la ciudadanía a través del terror.
Lo anterior se dio en la conferencia 'Extorsión y cobros de piso a Comerciantes y Microempresarios', realizado en la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), en Coatzacoalcos, al que asistieron líderes camarales del municipio.
"Hay un problema grave que ubica a Veracruz en los 10 lugares donde las extorsiones capean de manera terrible, y hay dos regiones que son golpeadas: Tienes la zona sur, la que colinda con Tabasco, que tiene que ver con un tema además de tráfico de migrantes, el robo de combustible; toda la zona de ´huachicol´, que es muy importante para el crimen organizado; y la zona norte, que pega con Tamaulipas, que es la puerta que te lleva hacia la frontera con Texas, a un mercado de drogas apetecible o de armas, mercado de migrantes e indocumentados", reveló el periodista de Milenio Noticias a su visita por Coatzacoalcos.
Oscar Balderas añadió que tanto el norte y sur de Veracruz son las zonas que más sufren de extorsión, mismo que ha sido un delito difícil de disminuir o abatir, especialmente en Coatzacoalcos, lo que refleja un problema de falta de voluntad política.
"Yo creo que no hay voluntad política para resolver el tema de la extorsión... es un delito que cumple con características de una fácil recaudación en efectivo y pocas denuncias, esto hace que sea un delito idóneo para que los servidores públicos entren en colusión con los grupos criminales... hay que generar los incentivos para que los servidores públicos no caigan en la tentación... estamos acostumbrados a pensar que el crimen organizado en el país es una gran estructura de cárteles monolítico", añadió.
El periodista indicó que la realidad es diferente, pues México de tener siete cárteles, ahora tiene 200 diferentes brazos armados emanados de éstos, reduciendo al mínimo las células de extorsionadores, especialmente a cuatro o cinco personas que cuentan con motocicleta y armas, muchas veces sin municiones, para así aterrorizar a la población, pues no tienen la capacidad operativa para el traslado de narcóticos.
"Esto en lo que estamos metidos en este momento, con 200 grupos armados, cada uno peleando su territorio y peleando recursos", añadió.
El también documentalista señaló que estas células delictivas de extorsión se valen del ´branding de los cárteles´, es decir, del nombre de éstos para así provocar terror y miedo a través de llamadas telefónicas o de presentarse como miembros de organizaciones como Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo, Los Zetas, entre otros más.
"De repente te encuentras con unos chamacos que no saben ni agarrar el arma, pero que se decían ´Zetas´ porque pagaban la franquicia, una parte de lo que cobraban de extorsión se iba en pagarle a alguien que cobraba por la marca por utilizarla.... se trata de grupos que son poco especializados, que no tienen nada que hacer ante una fuerza especializada como la armada, el ejército, Guardia Nacional, ni se diga la Marina... el problema que es un mercado tan grande y de fácil recaudación que permite que llegue a todos... el problema de la extorsión no es violencia, es un tema de corrupción dentro de las estructuras de gobierno", explicó.
El miedo, la falta de certeza de seguridad y de información, provocan que psicológicamente la gente caiga en extorsiones telefónicas y presenciales, lo que lleva a que el 98% de los casos en Veracruz no se denuncien, lo que complica dar cifras reales de este delito que se concentra en municipios como Coatzacoalcos, Tuxpan, Xalapa y Poza Rica.
El especialista en tema de seguridad recomendó al empresariado exigir a las autoridades de los tres niveles de gobierno en combatir el robo de vehículos y motocicletas, pues éstos son los medios de transporte que ocupan los extorsionadores para delinquir.
También exhortó a colocar al menos 200 cámaras de videovigilancia, que además de estar conectadas al C-4, deben permitir el acceso a los empresarios y conformar un consejo ciudadano para el manejo de éstas.
Por último, recomendó difundir información sobre prevención de extorsión, a la par de crear una línea exclusiva para reportar este delito las 24 horas del día, para no saturar los demás números de emergencia.