Habitantes de cuatro colonias de la ciudad, percibieron un fuerte olor a combustible durante la madrugada del miércoles, presumiblemente en la ciudad no hay reporte de alguna fuga y esto se pudo derivar a los trabajos de remoción de la tierra del arroyo Tepeyac.
Activaron los números de emergencia en Nanchital, ciudadanos de las colonias ubicadas en el centro de la ciudad y otras con rumbo al municipio de Ixhuatlán del Sureste, al percibir en sus hogares un fuerte olor a petróleo o a combustible.
De acuerdo a la información proporcionada a Diario del Istmo, el olor comenzaron a percibirlo en los primeros minutos del miércoles y este se fue intensificando conforme el oleaje del río Coatzacoalcos se estabilizaba, varios de los ciudadanos a través de los números de emergencia emitieron el reporte para conocer las causas.
Para conocerlos detalles de la movilización de las corporaciones de emergencia, Andrés Perales Solís, director de protección civil municipal, dijo, “Se dio la atención a las llamadas telefónicas de la población de las colonias Guadalupe, Tepeyac, San Miguel Arcángel, Cinco de Mayo, Noria, Brunet, las cuales reportaron el olor a petróleo crudo, en un principio consideramos que podría tratarse de alguna fuga, pero quedó descartada al no encontrarse una línea dañada”.
Recalcando, Hacemos un llamado a la población para que estén alerta durante los trabajos de dragado, no deben de meterse al afluente, tratar de sacar agua de ahí o efectuar actividades en el afluente porque seguirán desprendiéndose de la tierra los productos químicos que estén impregnados.
Vecinos que se encuentran asentados en los márgenes del arroyo Tepeyac y en colonias como es Guadalupe Tepeyac, Noria y Coquitos, recordaron por el fuerte olor a combustible el derrame del producto químico que provocó el ecocidio de la flora y fauna.
No pueden tomar a la ligera, que decenas de personas percibamos el olor a petróleo o a combustible, recuerden cuando los pobladores de la noria reportaron que tenían quemaduras en la piel, luego de meterse en el agua del arroyo Santa Elena y aseguraban que no había derrame, hasta que se comprobó que la autoridad municipal estaba equivocada.
En esa ocasión el personal de Petróleos Mexicanos no realizó la reparación de daños a todos los afectados, así como el saneamiento del afluente, aseguran que ahora puede derivarse el olor a la remoción de la tierra que quedo contaminada, pero no estamos convencidos, algo están soltando en el ambiente y que muchos lo percibimos.
La contaminación al aire, suelo y agua, no puede seguir pasando desapercibida, el personal de Protección Civil debe de tomar cartas en el asunto, verificar o descarta, si realmente se trata de una fuga para tranquilidad de toda la ciudadanía.
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