Caminando por los pasillos del panteón municipal de la colonia Miguel Hidalgo, caracterizada de "catrina", y para lo que utilizó productos como: papel crepe, bolsas de plástico, papel china y metálico, se observó a Camila Pérez Martínez, la que lucha por sacar recursos económicos mediante el disfraz, para seguir alentando en los estudios de preparatoria a su hija.
Son vecinas de la colonia Miguel Hidalgo, familia dedicada a la elaboración y venta de piñatas. Hace dos años con el paso de la pandemia cuando su primogénita necesitaba un celular o Tablet para continuar con sus estudios, le pidió elaborar el traje para recorrer el cementerio, llevando no solo la alegría, sino las tradiciones del pueblo mexicano.
Visiblemente afectada por la temperatura que rebasaba los 30 grados centígrados, sumado al peso del traje de unos tres metros de altura, es como logramos contactar con Camila, una mujer de voz amena y positiva.
"Ya este año fue que le dije a mi hija que venía yo; hacer el disfraz me llevó como dos días antes de salir a recorrer por el panteón".
Niños y adultos pedían la foto; otros más se quedaban asombrados al ver al personaje que recorría cada uno de los pasillos del camposanto, lo que de alguna forma es algo nuevo para muchos, y extraño para otros; sin embargo, todo tiene un trasfondo y la única intención de brindar la educación a su hija.
"Yo hago de todo tipo de piñatas todo el año aquí en la calle Berlín de la colonia Hidalgo por donde está el parquecito Mino", agregó en entrevista.
Insistió en mencionar que: "mi hija tiene todas las ganas de seguir estudiando, ella estudia ya lo último de la preparatoria; la verdad nosotros somos de escasos recursos, y vivimos de esto de las piñatas. Es lo único que hacemos".
Aunque su rostro mostraba cansancio, la ilusión de impulsar los sueños de su hija se volvieron el motor para continuar con el recorrido vespertino por el cementerio.
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