Los comerciantes del Mercado Juárez están al límite. Los constantes robos que han sufrido este año han generado una creciente preocupación entre los locatarios, quienes ahora exigen acciones inmediatas por parte de las autoridades municipales para frenar la ola de delincuencia que los afecta.
María Cervantes, una vendedora de papelería y novedades, ha sido víctima de cinco robos solo en lo que va del año. Ella no es la única.
Otros vendedores de ropa, calzado y comida también han sufrido pérdidas, lo que ha sembrado el miedo y la desconfianza en el mercado.
“Ya ni en la madrugada estamos tranquilos, nos roban la mercancía como si nada”, declaró Cervantes, visiblemente afectada.
Anteriormente, el mercado contaba con la vigilancia de policías municipales, quienes permanecían desde el cierre hasta la apertura de los comercios. Sin embargo, este año, la situación cambió.
El Ayuntamiento ha decidido sustituir a los policías con vigilantes sindicalizados, lo que ha generado malestar entre los locatarios, quienes desconfían del nuevo personal de seguridad.
Además de los robos, los comerciantes enfrentan una crisis por la baja ocupación de locales y la disminución de clientes, lo que agrava la situación económica para muchos de ellos.
“No vendemos casi nada y encima nos roban, así no se puede”, expresó uno de los vendedores de comida, quien también ha perdido productos de su despensa durante la madrugada.
Ante la falta de respuestas contundentes, algunos locatarios han optado por tomar medidas por cuenta propia, como organizar guardias nocturnas y evaluar la instalación de cámaras de seguridad.
Sin embargo, esto representa un gasto extra que muchos no pueden permitirse debido a la baja en las ventas.
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