A partir de ayer 1 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador deberá ajustar su agenda pública en cumplimiento con la veda electoral. Durante este periodo, se prohíbe la promoción de obras o programas gubernamentales que pudieran incidir en el proceso electoral y de esa manera influenciar la decisión de los ciudadanos.
Durante los próximos días de veda hasta que terminen las elecciones, AMLO no podrá difundir actos públicos que destaquen logros de su gobierno, inaugurar obras, dar balances de gestión, ni realizar llamados explícitos a favor de algún proyecto político o en contra de algún candidato.
Además, se prohíbe la entrega de apoyos de programas sociales, incluyendo despensas, electrodomésticos u otros objetos, lo cual ha llevado a adelantar algunas de estas entregas.
En respuesta a estas restricciones, el mandatario federal ha anunciado un plan alternativo. Realizará una gira por el país para supervisar obras públicas en proceso, sin embargo, estas actividades serán de carácter técnico, sin contacto con los ciudadanos ni reuniones públicas. López Obrador también continuará con su conferencia matutina de prensa de manera regular en la que dará seminarios de historia mañanera.
Es importante recordar que estas restricciones están establecidas en el artículo 41 de la Constitución, que prohíbe la difusión de propaganda gubernamental durante el periodo electoral, con excepción de campañas de información relacionadas con servicios educativos, de salud o de Protección Civil en casos de emergencia.
Esta veda electoral busca garantizar la equidad y la imparcialidad en el proceso electoral, evitando que los recursos del Estado se utilicen para favorecer a algún candidato o partido político.
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