Hace unas horas se supo del ejercicio que Corea del Norte hizo al arrojar un misil, el quinto en menos de una semana, en las cercanías del mar de Japón, lo que puso en alerta a las autoridades de aquella isla.
Este martes, fuerzas de Corea del Sur y de los Estados Unidos desplegaron lo que llamaron una “simulacro de bombardeo de precisión”, en el cual se vieron involucrados ocho aviones en total, además de movimiento de barcos y portaviones.
Fueron cuatro cazas F-15K surcoreanos y cuatro F-16 norteamericanos los que lanzaron bombas conjuntas en un “blanco virtual” en el mar Amarillo, se informó por parte del Estado Mayor Conjunto de Seúl.
El ejercicio demostraría la reacción que se tendría en caso de que un misil balístico amenazara a Corea del Sur o a Japón.
Este movimiento habría sido una respuesta directa a lo hecho por Pyongyang, cuyo cohete habría alcanzado al menos unos mil kilómetros de altura y recorrido una distancia de 4 mil 500 kilómetros, la mayor lograda por cualquier misil norcoreano, y que terminó impactando a unos tres mil kilómetros del archipiélago japonés.
Tanto Corea del Norte como Japón, Estados Unidos y Corea del Sur se han acusado de provocadores con estos ejercicios, que se han hecho más frecuentes en las últimas semanas.
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