La organización terrorista, paramilitar y yihadista, “Al Qaeda”, amenazó de muerte al príncipe Harry, tras confesar que había matado a 25 afganos durante su servicio militar en seis misiones entre 2012 y 2013.
En su libro “Spare: En la sombra”, el príncipe confiesa haber asesinado a 25 personas que eran “piezas de ajedrez quitadas del tablero”.
“No fue una estadística que me llenase de orgullo pero tampoco me dejó avergonzado […] no pensé en esos 25 como personas. Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, las personas malas eliminadas antes de que pudieron matar a las buenas”.
Al Qaeda publicó en la revista yihadista “One Unham”, que debido a las declaraciones de Harry tomaría venganza por muerte de los afganos.
Asimismo, pidieron a la Corona Britania que retirara cualquier equipo de seguridad para lograr su objetivo lo más pronto, señalando que sería una venganza para ambos por disidencia.
El grupo criminal dijo que los medios occidentales sólo prestaron atención en los aspectos sexuales del príncipe dejando a un lado la sangre de los afganos.
Exigieron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una compensación por el derramamiento de sangre causado por Harry.
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