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Cristo Negro de Otatitlán: encuentro con el pasado y la fe

Otatitlán es un lugar que guarda en su historia un fenómeno fascinante: el Cristo Negro

Cristo Negro de Otatitlán: encuentro con el pasado y la fe
  • Otatitlán guarda los vestigios de su pasado como mercado y lugar de trueque para los comerciantes indígenas


En un recorrido por los caminos trazados por los antiguos comerciantes prehispánicos, Otatitlán es un lugar que guarda en su historia un fenómeno fascinante: el Cristo Negro.

Carlos Navarrete, investigador dedicado a su estudio, revela detalles intrigantes sobre estos icónicos símbolos religiosos que se entrelazan con las rutas ancestrales.

Cristo Negro de Otatitlán: encuentro con el pasado y la fe

LOS CAMINOS SAGRADOS DE OTATITLÁN

 

Según Navarrete, los Cristos Negros se encuentran estratégicamente ubicados en las rutas utilizadas por los pochtecas, los comerciantes prehispánicos.

En Otatitlán, uno de estos singulares Cristos negros ha tomado el lugar de Yacatecutli, el dios del comercio, también representado en color negro. Este cambio simbólico nos invita a sumergirnos en la historia de una localidad llena de misterio y sincretismo.

Otatitlán, a diferencia de Tlacotlalpan con su cautivadora belleza urbana y sus festividades de la Candelaria, se erige como un lugar con una devoción sincrética que atrae multitudes.

Cristo Negro de Otatitlán: encuentro con el pasado y la fe

EL PASADO SE REVELA EN OTATITLÁN

 

Su origen se remonta al marqués de Guadalcazar, Diego Fernández de Córdoba, quien lo consagró bajo la advocación de San Andrés.

Pero, más allá de su origen histórico, Otatitlán guarda los vestigios de su pasado como mercado y lugar de trueque para los comerciantes indígenas.

La leyenda cuenta que este sitio comparte un origen y hermandad con los famosos Cristos Negros de Esquipulas en Guatemala y el de Chalma en México. Otra versión sugiere que el Cristo llegó en una balsa que quedó varada entre los tamarindos de Otatitlán.

Cristo Negro de Otatitlán: encuentro con el pasado y la fe

FE QUE TRASCIENDE EL TIEMPO Y ANDANADA DE ADALBERTO TEJADA

 

En los años de la persecución religiosa, el gobernador de Veracruz, Adalberto Tejada, ordenó la decapitación y quema del Cristo, pero debido a que estaba hecho de madera de nacastle, se negó a arder.

Los habitantes del pueblo tallaron una nueva cabeza para la imagen, y cuando el gobierno devolvió la original, esta fue colocada en una vitrina, testigo mudo de una historia de fe y resistencia.


UN LUGAR SAGRADO DE DEVOCIÓN

 

Hoy en día, la imagen del Cristo Negro de Otatitlán recibe un culto sincrético. No es raro presenciar la celebración de una misa seguida de la intervención de un brujo, quien realiza limpias y hechicerías para curar el mal de ojo, malos aires y otros males que aquejan a la comunidad.

Esta combinación de tradiciones y creencias crea un ambiente único y enigmático que sigue atrayendo a numerosos fieles y curiosos.

Además de su rica historia religiosa, Otatitlán ofrece a los visitantes la oportunidad de conocer México en toda su diversidad. Desde sus tradiciones y costumbres arraigadas hasta sus pintorescos pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas paradisíacas y, por supuesto, la exquisita gastronomía mexicana, este lugar encarna la esencia y la belleza del país.

Así que, aventúrate a Otatitlán y descubre los misteriosos Cristos Negros, sumérgete en su pasado ancestral y déjate cautivar por la magia que envuelve este rincón de México.

Cristo Negro de Otatitlán: encuentro con el pasado y la fe

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