El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), diseñado como una alternativa mexicana al Canal de Panamá, se consolida como un proyecto ambicioso impulsado por el gobierno del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Por medio de una inversión proyectada de cinco billones de dólares, este megaproyecto planea transformar una zona rica en recursos naturales en un centro industrial, prometiendo desarrollo y generación de empleos para las comunidades locales.
La columna vertebral del Corredor Interoceánico es la Línea Z del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), el cual conecta los océanos Atlántico y Pacífico, abarcando desde el puerto de Salina Cruz, en Oaxaca; hasta el puerto de Coatzacoalcos, en Veracruz. La iniciativa gubernamental está conformada por la concesión de diez parques industriales a empresas privadas, los cuales se conocen como Polos de Desarrollo para el Bienestar (Podebis). Estos espacios, que antes eran terrenos agrarios o indígenas, se usan para transformar materias primas en productos comercializables, disminuyendo hasta cinco días el tiempo de tránsito de mercancías a comparación con el Canal de Panamá.
No obstante, detrás de la promesa de trabajo y desarrollo hay tensiones importantes ocultas, ya que muchos habitantes de la región, donde cuatro de cada diez personas se autoadscriben indígenas, han expresado su descontento con el avance del proyecto.
A pesar de los incentivos fiscales que el gobierno concede a las empresas, las comunidades locales temen perder sus tierras y se enfrentan a un incremento de la especulación inmobiliaria, la violencia y el despojo.
Por medio de una inversión de mil 33 millones de pesos, un conglomerado de inversionistas mexicanos, asociados con el consorcio portugués, Mota Engil, comenzaron con la edificación del Polo de Desarrollo para el Bienestar (Podebi) de Salina Cruz, Oaxaca.
Los inversionistas connacionales son de los grupos Carso, ICA e INDI, quienes también ya han participado en obras del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), así como del Tren Maya. Mientras que INDI es la responsable de la ejecución de la escollera rompeolas oeste de Salina Cruz, por casi cinco mil millones de pesos, sin licitación.
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