“Que los mares nos ayuden a ver la curación y la esperanza; Que cantemos la supervivencia y el renacimiento del océano”. Amanda Gorman.
Reconociendo el principio de patrimonio común de la humanidad, hace unas semanas se acordó en Naciones Unidas un nuevo tratado para la conservación y uso sostenible de la Diversidad Biológica Marina en zonas situadas fuera de la jurisdicción Nacional (BBNJ por sus siglas en inglés). Se trata de un instrumento vinculante que busca proteger el 30% del océano y su biodiversidad marina mediante la creación de áreas marinas protegidas.
El nuevo “Tratado de Alta Mar” tiene como principales objetivos el conservar, proteger y recuperar la biodiversidad marina, mediante la creación de áreas marinas protegidas, que abarquen por lo menos el 30% del océano para 2030; además de establecer un mecanismo que permita el reparto justo y equitativo de los recursos genéticos marinos, así como sus beneficios entre todos los países.
México participó en las negociaciones privilegiando la visión ambiental sobre la necesidad de proteger y conservar los ecosistemas que se encuentran potencialmente en riesgo por el cambio climático u otras actividades humanas en aguas internacionales como el tránsito marítimo, la minería submarina o la sobrepesca.
Este nuevo tratado sienta las bases para resaltar el riesgo de los impactos ambientales acumulativos en el océano como ecosistema interconectado, la importancia de promover el principio precautorio y la necesidad de información científica mediante evaluaciones de impacto ambiental antes de iniciar cualquier actividad de explotación en alta mar como lo es la minería submarina.
El nuevo acuerdo también está alineado con la política ambiental nacional que busca promover Soluciones Basadas en la Naturaleza.
Sin embargo, hasta ahora solo el 1% de la alta mar ha estado bajo algún protocolo de protección y solo el 39% del océano se encuentra bajo la jurisdicción nacional de los distintos países. Casi dos tercios de la superficie del planeta son océanos y los mares constituyen el 95% del hábitat total de la Tierra.
Los océanos proporcionan más de la mitad del oxígeno del planeta. Proveen alimentos y nutrición a miles de millones de personas y medios de vida a otros millones empleados en sectores como la pesca, la acuicultura, el turismo, el transporte marítimo y las energías renovables.
Las áreas marinas protegidas en alta mar pueden desempeñar un papel fundamental en los impactos del cambio climático y salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia de miles de millones de personas.
Todos los seres humanos del planeta descienden de la vida oceánica. Necesitamos el océano más de lo que pensamos. Ya es hora de que el océano reciba la protección que merece.
Con el acuerdo sobre el Tratado de Alta Mar de la ONU, se da un paso crucial para preservar la vida marina y la biodiversidad, esenciales tanto para nuestro desarrollo sostenible como para el de las generaciones venideras.
#CambiaUnaAccionCambiaTodo.
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