Cuantas veces no hemos visto en los medios de comunicación que el policía fulano agredió a un transeúnte, o que extorsionó o trató de extorsionar a algún automovilista, o que fue sorprendido incautando mercancía a humildes mujeres que vendían sus productos apartadas de la formalidad.
Es el pan nuestro de cada día. Cursos van cursos vienen, capacitaciones de muy diversas maneras formas y concepciones y la situación sigue en las mismas. Creo sin temor a equivocarme que mientras no se entienda que la moral del servidor público, trátese del nivel que se trate, no sea congruente con el desempeño de sus actividades, en este caso el de la protección y vigilancia, es decir el de la prevención en sus últimas formas; cualquier intento de cambiar su actitud va rumbo al fracaso.
Veamos si el actuar moral se refleja en acudir a prestar ayuda a una persona que sufre un asalto, pero mas allá de esto, no solo disuade al victimario si no que se acompaña hasta el domicilio a la víctima, o llama a algún familiar haciéndole saber sobre el incidente,acude ante cualquier fiscalía para aportar datos sobre los hechos convirtiéndose en testigo ejemplar del caso, mantiene contacto telefónico con la víctima, hace sus propias indagaciones, propone a sus jefes el despliegue de vigilancia especial, el jefe comprometido con la moral y la ética, procura crear un mapa de incidencia criminal, el policía se entrevista con el jefe de manzana y ofrecer sus servicios aportando su teléfono para cualquier necesidad, regresa con insistencia al mismo sitio en horas propicias que hagan posible la ubicación del ladrón.
Lleva a la victima a consultar la base de datos para que pueda eventualmente identificar a su agresor observando el archivo fotográfico, etc. etc. Entonces y solo entonces este servidor público pudiera darle sentido a su encomienda. Pero y he ahí el pero estimado lector, en la práctica esto no sucede así, el policía a lo más que aspira en sus funciones es tener de primer momento los datos de la víctima, convirtiéndose en un apuntador y pasar el reporte a sus jefes, estos a su vez muy seguramente con la misma prontitud lo elevan a otros niveles para lectura del superior.
El policía de abajo ingresa a los sistemas el reporte criminal, donde pasa a formar parte de un número más, sirviendo para engrosar las ingentes estadísticas de la inseguridad.
El policía en los tiempos actuales como primer respondiente, debe actuar en auxilio de los investigadores, y no solo asumir funciones de prevención o vigilancia en los cordones de seguridad. La moral implica en la función pública, todo lo que humanamente pueda hacerse en auxilio de la víctima y de la investigación.
El gran Aristóteles en una de sus tantas reflexiones habló sobre el tema de la justicia diciendo; que si el hombre no es virtuoso es el más impío y salvaje de los animales, y el mas dominado por la lujuria y la gula. Pero la justicia es el lazo que une a los hombres con el estado y la administración de la justicia, esta es la determinación de lo que es justo, es el principio del orden de toda sociedad.
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