Raso y Colocado

"De tal palo tal astilla", reza viejo y conocido refrán, el cual queda como anillo al dedo al jugador de Tigres de la Liga MX Raymundo Fulgencio, quien sigue cometiendo las mismas barbaridades de su papá Filiberto del mismo apellido, cuando éste militó en el máximo circuito.

Lo del domingo en el estadio Azteca confirma una vez más que Raymundo Fulgencio no es jugador para un club de la jerarquía de Tigres. La verdad, la camiseta le queda grande y lo ha demostrado en varias ocasiones.

El hacerse expulsar como futbolista de barrio (perdiendo la cabeza de manera infantil), en un encuentro tan importante como la final y ante el América, habla de la inmadurez e irresponsabilidad del futbolista, quien al momento de recibir el cartón rojo tenía apenas seis minutos en la cancha.

Tras su salida y no porque sea un "crack" ni mucho menos, sino porque dejó a su escuadra en inferioridad numérica, los felinos quedaron a merced de las Aguilas, que terminaron goleando para agenciarse su tan anhelado título 14.

Y es que, no es la primera vez que el jugador de 23 años comete un error de esa magnitud, por lo que todo indica que tiene las horas contadas en el club norteño.

Raymundo, vástago del tristemente célebre "Filiful", es un futbolista que ha estado constantemente en el "ojo del huracán" debido a sus escándalos extra cancha, entre ellos, por agredir cobarde y brutalmente a un joven en un antro en el puerto de Veracruz, lo cual le costó ser separado del plantel de los Tigres.

Sin embargo no aprendió la lección, y al poco tiempo se vio involucrado en un problema sentimental con su ex pareja Abril Solano, quien lo exhibió en una publicación compartida en redes sociales.

La mujer acusaba al jugador de los felinos de no dar pensión alimenticia al hijo que procrearon ambos.

La pareja de Raymundo Fulgencio detallaba incluso que el futbolista la habría golpeado cuando tenía apenas 5 meses de embarazo.

Es decir, el hijo del ex futbolista profesional cosoleacaneco conocido como "Filiful" resultó toda una fichita, pese a que en Coatzacoalcos, Minatitlán y otros municipios de la Zona Sur, algunos de sus "amigos" se han atrevido a llamarlo en redes sociales "crack".

Lo que nadie se explica, incluyendo los mismo neoloneses, es porque Tigres siguió manteniendo en sus filas al problemático jugador.

Pero lo que pasó el domingo al parecer fue la "gota que derramó el vaso", ya que Tigres, cansado de su mal comportamiento dentro y fuera de la cancha, tiene todo listo para por fin deshacerse de él.

Y fue tal el enojo de la afición norteña, que culparon al jugador de la derrota ante el América y hubo medios que lo "crucificaron" y con justa razón.

Pese a que no faltaron, sobre todo antiamericanistas que por cierto hay de a montón en todo el país, que  criticaron la decisión del silbante por mandarlo a la regadera, la agresión de Ray Fulgencio a Julián Quiñones es muy clara y por lo tanto, se ganó la expulsión a toda ley.

Ya para que su ex técnico Ricardo "Tuca" Ferretti lo haya criticado con palabras altisonantes, tras dejar a Tigres con diez hombres, no hay duda de que Raymundo volvió a "regarla y gacho".

"El idiota ese (Raymundo Fulgencio) me dan ganas de correrlo", expresó el timonel en un programa de deportes.

Bien haría Raymundo Fulgencio en tomar terapias psicológicas, acompañado de unas cápsulas de "ubicatex" para no continuar cometiendo las mismas locuras que su papá, ya que de lo contrario terminará su carrera igual que él, jugando en el balompié llanero, empinando el codo y sin que nadie lo recuerde.

La puritita verdad, duela a quien le duela.

Hasta la próxima SDQ.