La fiel academia práctica "Espinosa"

Dejándome llevar por la mano amorosa de la progenitora de mis días, a comienzos del año de 1953 nos encaminamos hacia la avenida 16 de Septiembre.

En un domicilio situado entre las calles de Hidalgo y Juárez, donde a jóvenes y adultos, de ambos sexos, se les impartían cursos por dos horas diarias de taquimecanografía Pitman.

O bien tan solo de mecanografía, estando a cargo llevar a cabo la importante capacitación personal por la recordada profesora Ana Esperanza Espinosa de Aragón.

Auxiliada de una señorita Flor; lo cual serviría después para aportar nuestra fuerza de trabajo bien al comercio, a incipiente industria, dependencias oficiales, los despachos particulares, empresas contratistas, o actividades de diversa índole.

• Múltiples generaciones de jóvenes porteñas, en décadas pasadas, tuvieron gran oportunidad de abrevar la enseñanza impartida con sendos cursos de mecanografía y taquigrafía Pitman.

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Las clases de dicha enseñanza especial, eran recibidas por el alumnado en torno a una gran mesa colocada dentro de limitado espacio que, a la vez, estaba circundado de estantes para colocar variadas máquinas de escribir manuales (aquellas Smith Corona, Remington, aún la Olympia, etc.) adosadas a la pared y de distintas épocas.

Donde recurríamos a realizar los ejercicios para dominar el teclado o traducir el dictado; aparte de haber aprendido el trazo y concepto de gramálogos, fraseogramas y otros signos usados en la escritura criptográfica; a fin de tener la rapidez necesaria al momento de captarse 40 palabras por minuto, mínimo.

Tan valioso adiestramiento adquirido, en mi caso, sería de mucha utilidad para colocarme luego en los tres únicos trabajos que tuve: el primero, en la Notaría Pública Número Uno del Lic. Juan de Dios Rodríguez Cruz; después, en la Automotriz del Istmo (posteriormente nombrada Automotriz Candanedo)

Ambas con don Antonio Sánchez Díaz como su gerente; finalmente, de forma transitoria y con carácter permanente en la institución descentralizada Petróleos Mexicanos, siendo trabajador sindicalizado y empleado de confianza, hasta poder lograr la jubilación, beneficio contractual del que justo dependo para subsistir a cabalidad.

• r_alconde@yahoo.com.mx