En esta edición (581-07) dominical, sigo narrando mis vivencias en la colonia Puerto México, relacionadas con la fundación y la monstruosa transformación de dicha colonia, ubicada en la parte noroeste del antiguo Puerto de Coatzacoalcos.
Por ello, desde la terminación de la vivienda, previa a nuestra residencia, rellenamos su interior para que el piso mantuviera un metro y medio de nivel superior, con respecto al nivel de calle. Iniciativa de mi papá el maestro carpintero David Caba Loyo, nivel que al pasar de los años dio resultado positivo, porque cuando pavimentaron la colonia muchas casas quedaron abajo del nivel de calle y la nuestra apenas si quedó como medio metro arriba de ese nivel.
Por ese motivo fue que rebajamos, casi en su totalidad la dunita, vertiendo esa tierra hacia el resto del terreno, con la ayuda de mi -abue Rosario Loyo--, mamá Concepción y hermanos Isabel y Crisóforo.
Recuerdo que en ese proceso al ir sacando la tierra de la loma enmontada (dunita), me daba impresión, consternación y lástima sacar a la luz unas bolas negras saturadas de hormigas rojizas, además estaban repletas de huevecillos blancos. Así como el ir desbaratando unas cuevas, considero eran de conejos que normalmente corrían por el lugar.
Hoy día me doy cuenta, como el ser humano muchas veces no se da cuenta cuando destruye un ecosistema, el cual es fuente de vida y protección para el entorno en donde están ubicados. Por ello es considerado el mayor depredador de los hábitats naturales. Sin embargo, actualmente y debido al incremento del cambio climático y sus consecuentes desastres naturales, mantiene el afán de procurar un aparente bienestar, a pesar de la invasión de territorios con esplendor natural.
Fragmento científico: “El nido tiene una parte arriba del suelo y otra parte debajo y las hormigas pueden llegar a excavar hasta tres metros. En la parte subterránea hay túneles que conectan cámaras, donde vive la mayor parte de la colonia, que sale solamente a cortar y acarrear hojas. Pero las hormigas no se alimentan directamente de las hojas.
“Hay cámaras con ‘jardines’ donde las hormigas crían un hongo con el que se alimentan. Las hojas sirven para alimentar el hongo, que crece sobre una cama de hojitas descompuestas. Es como si hicieran agricultura, crían un hongo de la misma manera que nosotros sembramos trigo y tienen jardines enormes, con cientos de cámaras de hongos".
“En la parte de arriba del nido, los túneles que conectan las cámaras subterráneas salen hacia la superficie y se conectan con torres de ventilación”.
Fuente: Alejandra Martins, BBC Mundo, 27 septiembre 2011l, estudio publicado en la revista Journal of Insect Behaviour.
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