Los ‘embolsados’ de Coatepec

Coatepec es un lugar cercano a la capital de Veracruz; un pueblo mágico perfectamente comunicado que se caracteriza por la tranquilidad y la calma en que vive su población.

Aquí no hay demasiados sobresaltos por violencia; los delitos de alto impacto no presentan la frecuencia que sí se registra en puntos como Córdoba-Orizaba, en la zona Centro de Veracruz; Poza Rica, en el Norte de la entidad; y Coatzacoalcos-Minatitlán, en el sur de la geografía estatal. Coatepec, al contrario, es un lugar pequeño (menos de 100 mil habitantes) y tranquilo.

Precisamente por esa calma, en los días recientes ha causado zozobra y preocupación el hallazgo de cuerpos desmembrados muy cerca de los límites con el municipio de Emiliano Zapata, en el punto conocido como “Puente del diablo”, una vieja construcción que comunica a Coatepec con la comunidad de Estanzuela y la salida hacia el puerto de Veracruz.

Bajo el Puente del diablo, el 31 de diciembre pasado fueron halladas bolsas negras, de plástico, con retos humanos.

Los reportes indican que vecinos del lugar alertaron a las autoridades sobre este hallazgo, por el olor que desprendían los cuerpos en estado de descomposición.

Las autoridades, Fiscalía, elementos de las policías municipal y estatal y agentes de periciales, encontraron las bolsas con piernas humanas en su interior. No hubo más información al respecto; solo especulaciones sobre el número de posibles víctimas, basadas en las piernas encontradas.

Nueve días después, este lunes, otro hallazgo similar se registró en el mismo punto: más restos humanos, cuerpos desmembrados dentro de bolsas de plástico fueron encontrados bajo el “Puente del diablo”.

Otra vez los vecinos dieron la voz de alerta a las autoridades, mediante una llamada al teléfono de emergencias 911; y otra vez se observaron movilizaciones de los cuerpos policiales.

Al igual que el 31 de diciembre, no hubo información oficial; no se sabe cuántos cuerpos han sido hallados en ese lugar, y mucho menos la identidad y los datos generales de las víctimas.

El lunes por la tarde, mientras se levantaban las macabras bolsas negras, la Secretaría de Seguridad Pública emitía un boletín sobre el número de personas detenidas durante el operativo “Guadalupe-Reyes”, en tanto que la Fiscalía General del Estado consignaba una reunión de la titular del ente procurador de justicia con integrantes del Colegio de Notarios; pero de los embolsados del “Puente del diablo”, nada.

Habría que decir que relativamente cerca del lugar donde se registraron estos hechos, en la salida de la cabecera municipal hacia San Marcos y Xico, se encuentra un cuartel de seguridad pública; y a unos pasos, 300 o 400 metros, en la desviación hacia Jalcomulco y Totutla, generalmente hay presencia de la policía, pero nada de eso parece haberles importado a quienes cometieron esos homicidios, desmembraron y abandonaron los restos.

El gobernador de Veracruz ha dicho que hechos como los mencionados no significan un reto a la autoridad estatal; sin embargo, es innegable que generan preocupación, zozobra y alarma en una población acostumbrada a la tranquilidad. Finalmente, los delitos de alto impacto son los que disparan la percepción de inseguridad.

@luisromero85