- Veracruz cierra un año marcado por elecciones con campañas negras, retos económicos y una lucha constante por mejorar la seguridad.
¡Qué tal, paisanos! Aquí estamos, a punto de despedir el 2024, un año que nos ha dejado más vueltas que un trompo y más sorpresas que una piñata reventada. Pero, como dicen por ahí, "al mal tiempo, buena cara", y eso es lo que hemos hecho: sacarle la vuelta a las adversidades y seguir adelante con el ánimo jarocho que nos caracteriza.
Pero no todo es color de rosa. También hay desafíos por delante. La seguridad, por ejemplo, sigue siendo una preocupación constante.
Esperamos que el nuevo año traiga consigo estrategias más efectivas para combatir la delincuencia y garantizar la paz que tanto anhelamos. Y, como dice el dicho, "más vale prevenir que lamentar", así que esperamos ver acciones concretas y no solo promesas.
Pero vamos a darle con un resumen de los temas que nos preocuparon en 2024 y nos hicieron comer picadas y gorditas más de lo debido.
¡Ay, nanita! En el recuento de los daños, las elecciones de junio pasado fueron todo un espectáculo, y no precisamente del bueno. Las campañas negras se apoderaron de los medios y las redes sociales, convirtiendo lo que debería ser un ejercicio democrático en un circo de acusaciones y descalificaciones. Pero, como dicen por ahí, "perro que ladra, no muerde", y al final, el pueblo veracruzano supo discernir entre tanta paja.
Las elecciones nos dejaron un sabor agridulce. Por un lado, vimos a candidatos que prometían el oro y el moro, y por el otro, a políticos que se desgarraban las vestiduras para quedar bien con el electorado. Pero, como dice el refrán, "prometer no empobrece", y al final, lo que cuenta son los hechos. El jarocho siguió confiando en Morena, y esperamos que resuelva.
Al menos Rocío Nahle ya empezó cumpliendo varias de sus promesas de campaña, una de ellas eliminar la caseta de peaje del Coatzacoalcos Uno.
En materia de seguridad, el 2024 nos dejó un panorama agridulce. Por un lado, vimos nulos avances en la lucha contra la delincuencia, a pesar de operativos y estrategias que dieron resultados nimios. Por otro lado, las desapariciones de personas y las masacres nos recordaron que aún queda mucho por hacer.
Las desapariciones de personas siguen siendo una herida abierta en nuestra sociedad. Cada caso es una tragedia que desgarra familias y comunidades enteras. Y, como dice el dicho, "no hay peor ciego que el que no quiere ver", es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto y pongan fin a esta lacra.
Las masacres, por su parte, nos dejaron un sabor amargo en la boca, como las de Acultzingo y Poza Rica.
Con Cuitláhuac García Jiménez, quien hasta hoy afortunadamente sigue desempleado, se vivió un gobierno de horror.
Doce masacres, 300 feminicidios y 500 secuestros contabilizó su administración.
Con él se vivió cómo la violencia se apodera de nuestras calles y comunidades. Es un recordatorio constante de que la paz es un bien frágil que debemos cuidar y defender.
Y, como dice el refrán, "más vale prevenir que lamentar", es hora de que las nuevas autoridades implementen estrategias efectivas para combatir la delincuencia y garantizar la seguridad de todos los veracruzanos.
La economía de Veracruz enfrentó retos importantes en el 2024. La inflación, el desempleo y la incertidumbre económica fueron temas recurrentes en las mesas de discusión y en las calles. Pero, como buenos jarochos, supimos salir adelante y buscar oportunidades en medio de la adversidad.
El gobierno estatal implementó programas de apoyo y fomento al empleo, que dieron un respiro a muchas familias veracruzanas. Y, como dice el dicho, "a caballo regalado no se le mira el colmillo", estos programas fueron bien recibidos y ayudaron a mitigar los efectos de la crisis económica.
Pero no todo fue color de rosa. La economía sigue siendo un reto importante, y es necesario implementar estrategias más efectivas para fomentar el desarrollo y el crecimiento. Y, como dice el refrán, "el que persevera alcanza", es hora de que las autoridades y la sociedad civil trabajemos juntos para construir un futuro próspero y sostenible para todos los veracruzanos.
Se sigue esperando que los Polos de Desarrollo Bienestar sean una realidad y no solo discurso.
**ESPERANZAS PARA EL 2025**
El 2025 se presenta como un año de esperanzas y desafíos. En materia de seguridad, esperamos ver estrategias más efectivas para combatir la delincuencia y garantizar la paz.
En el ámbito económico, esperamos que el nuevo año traiga consigo más oportunidades de empleo y desarrollo. Y, en el ámbito político, esperamos que las elecciones sean un ejercicio democrático y transparente, libre de campañas negras y descalificaciones.
En resumen, el 2024 ha sido un año de altibajos, pero también de aprendizajes y celebraciones. Hemos demostrado que, como veracruzanos, somos capaces de enfrentar cualquier reto y salir adelante. Y, con esa misma actitud, esperamos que el 2025 nos traiga más alegrías que tristezas, más oportunidades que desafíos y más unión que división.
Una vez más, el estado tiene alineados todos sus astros, una presidenta de Morena, una gobernadora de Morena, senadores, diputado federales y locales de Morena. ¿Qué más pueden pedir para hacer las cosas bien?
Así que, paisanos, levantemos nuestras copas (o nuestros jarritos de café, que también vale) y brindemos por un 2025 lleno de esperanza, prosperidad y, por supuesto, mucha alegría jarocha. ¡Salud! Y, como dice el dicho, "al que madruga, Dios le ayuda", así que ¡a empezar el año con el pie derecho y a darle con todo!
¡Feliz Año Nuevo, y que el 2025 nos traiga muchas bendiciones!
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