Héroes anónimos

Columna: Sedas



Héroes anónimos

Afectuosamente lo invito a nuestras reuniones Dominicales a las 11.30 o 6.30 en la Iglesia Cristiana Bíblica AGAPE de La Llave 1002 casi esquina con Aldama.

    Como todos sabemos la estamos pasando muy mal con la escasez de agua en nuestra ciudad. Si por el estiaje o por el cierre de válvulas en la presa de la sierra, la desforestación o por errores gubernamentales no es lo a lo que me quiero referir.

    Hace unos días me levanté como a las 2 de la madrugada en el hogar de ustedes para ver si caía algo en la llave para almacenarla pero me llevé una gran sorpresa al ver que a esa hora pasaba el camión recolector de basura con dos esforzados trabajadores: ¡A las 2 de la madrugada!

   ¿A qué hora descansan? ¿Reciben salario especial? ¿Algún reconocimiento de los ciudadanos?

    Todo esto mientras usted y yo dormimos plácidamente en nuestras camitas y esto lo hacen todo el año llueva o truene.  Es más: sabe usted de los peligros que hay al recolectar basura ajena sin el equipo adecuado?

¿Se imagina cuántos vidrios, láminas filosas, jeringas contaminadas, animales en descomposición y otros peligros los rodean a diario? ¡¡Y algunas son mujercitas!! ¡Yo las he visto!

Héroes anónimos

    ¿Tiene usted idea, por cierto de cuanta basura generamos a diario y que estos dignísimos y anónimos servidores públicos se encargan de recoger? ¡Decenas de toneladas a diario, mi amable lector!

    ¿Se acuerda cómo hace unos meses hubo un conflicto laboral por el cual la recolección de basura se suspendió y recuerda las montañas de deshechos que había en los arriates? No solo el hedor, sino la proliferación de ratas, perros famélicos y el peligro de una epidemia nos amenazó.  ¿Ya lo olvidó?

    ¡Qué alivio cuando todo se solucionó y de nuevo nuestras calles volvieron a lucir limpias gracias a éstos héroes anónimos!

    ¿Qué porqué le digo esto?

    Por varias razones pero una de ellas es que ellos son tenidos en muy poca estima y que me perdonen ésta palabra: son menospreciados. .

   ¡Qué capaz que vayan a recibir un reconocimiento ya no digo de las autoridades sino de nosotros como vecinos directamente beneficiados con su nobilísima labor!

    ¿Ha pensado alguna vez darles una propina especial? ¿Algún sencillo obsequio? ¿Algún refresco o bocadillo?

       “¡Si para eso les pagan”! quizá piense usted pero no estoy de acuerdo.

      Ellos tienen familias y necesidades muy altas con salario muy bajo y si a eso aunamos las críticas injustas la carga es muy pesada.

 ¿Qué me propongo hoy? Humildemente varias cosas:

      PRIMERA: Moverlo a usted a expresarles en la medida de sus posibilidades su gratitud por su indispensable servicio que, por supuesto, usted y yo difícilmente haríamos.

      Cualquier “mentirita” o por lo menos unas palabras de respeto, reconocimiento y agradecimiento si no hay para más y enseñarle esto a nuestros hijos.

      SEGUNDO: Pugnar por los medios que sean (ahora las redes sociales son muy eficaces para esto) para que se instituya de manera oficial un día especial para ellos con descanso, obsequios, algún festival en el que se sientan reconocidos, rifas, etc.

     Esto no resultaría oneroso pues hay muchos artistas porteños (músicos, payasitos, dibujantes) que con gusto sé que participarían gratuitamente.

     TERCERO: Buscarles un nombre apropiado y respetable. Así como hay Afanadoras, Empleadas domésticas, Bomberos, Empleados de Ornato, etc. En inglés se les llama “Trashmen”  u “Hombres basura” pero eso se oye muy feo.

    Hasta se podría convocar a un certamen público para buscar un nombre digno como ellos lo son.

¿Qué le parece?

   Antes de enojarse conmigo le pido que reflexione en ésto que de corazón le he compartido y cierre sus ojos e imagínese cómo estaría su ciudad sin la valiosísima participación, aún a deshoras y bajo lluvias vientos y rayos de ellos. ¡De pesadilla, mi amable lector!

    Bueno, deseando que esto lo haga reflexionar y aceptar, me despido con éstas Palabras Inmortales y Sagradas de nuestro Señor JESUCRISTO Quien en Su Inmortal Sermón del Monte dijo algo a lo que los Cristianos llamamos” La Regla de Oro”: “Hagan con los demás lo que quieran que ellos hagan con ustedes” (Mateo 7:12)

   ¿Se imagina cómo estaría el mundo si tan sólo ésta sencilla Orden obedeciéramos?

  •    Gustosamente lo atenderé en el 921-268-419.
  •    Visíteme en Temas Bíblicos Pastor Sedas por Youtube.

   ¡Que Dios lo bendiga mucho!



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