En el Día de las Madres y los recuerdos
Para los mexicanos se trata del día más sagrado, venerado y celebrado, el Día de las Madres.
Y no tiene que ver, con las clásicas expresiones de contraste en el lenguaje coloquial de me vale madre, a toda madre o de uso despectivo y como se dice en estos lares a acá a nadie se le niega un recordatorio materno.
Con el Día de las Madres, precisamente el Diez de Mayo, se dan las celebraciones en las escuelas, los trabajos y en un día totalmente que marca la reactivación de la economía.
En esta fecha a las Madres desde serenata, regalos, flores, pasteles, comidas, cenas y un sinfín de festejos a las reinas de los hogares.
Que madre sólo hay una, y en un sistema matriarcal en México, en el hogar es el poder y la última decisión de toda una familia.
Las madres de antes muy duras, educando con mano dura y la relevancia de los golpes y castigos, pero más que nada el imperio de la chancla.
En otros casos muy especiales, el cordón de las planchas eran elementos esenciales en aquellos hogares en donde abundaban los hijos y se imponía el orden de forma férrea, para cuándo llegara del trabajo el jefe de la casa se dieran las buenas noches y el ambiente pleno de felicidad, sin ningún tipo de queja.
Aquella generación de los hijos de hierro a diferencia de los niños de papel de ahora, que ya no se les puede educar con el método de antes el de la chancla voladora.
Antes, sin berrinches, ni exigencias, nada de dulces, helados o paletas, sólo de vez en cuando, ahora en la era digital, niños y jóvenes adelantados a su tiempo y con todas las comodidades del aire acondicionado y del control remoto.
Antes, dormir en el suelo y bañarse con agua fría, comer de todo y sin dejar nada en el plato.
Domingos guardados con poca diversión y sin hacer ruido para que el jefe descanse.
Las madres de antes eran un todo terreno, preparar comida, lavar ropa y planchar para todos y sobre todo hacer que los chamacos fueran a la escuela y sin problemas.
El tiempo de las telenovelas y la televisión no se le podía disputar un ratito para poder ver las caricaturas o Rintintin, aunque sea.
Y cuidado con una queja de la escuela, porque ardía Troya. Con los castigos eternos y los golpes ya obligados.
Aquellas madres, que hoy cuidan desde el cielo, se les llevan flores al panteón y son a las que se les dice gracias en el recuerdo por esa formación de régimen militar de órdenes cumplidas y de una disciplina inolvidable a los que muchos, sólo queda decir, Gracias Mamá.
En otro asunto, el maestro Adolfo Beauregard Tejeda, analista político, considera que la 4T de AMLO, seguirá otro sexenio más en la presidencia del país, para seguir con un impulso al crecimiento económico y social de los mexicanos. Así las cosas.
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