Emociones compartidas

Pregunté qué podría escribir y la respuesta fue inmediata. Sobre las emociones, escuché decir. Y aquí estoy, escribiendo precisamente al respecto. 

Cada uno de nosotros percibimos las cosas de distinta manera, es como la fragancia de un perfume, depende de la piel, es el aroma que se fija y se desprende.

A tu paso se apreciará tu presencia y mientras para alguien puede ser agradable, no lo será para todos. Si bien muchos aprecian la lluvia al caer sobre los techos o jardines, existe quien no disfruta de ese momento.

La sonrisa y el llanto son un binomio que se complementa. La alegría y la tristeza juegan un papel muy importante en tu vida. Actualmente las redes juegan un papel muy importante, así como te pueden acercar a quienes están lejos, te alejan de quienes están a tu lado.

Debes saber manejarlas. Son de interpretación. A veces un mensaje te cambia tu estado anímico, te permite esbozar una sonrisa o puede arrancarte una lágrima. Puedes sentirte correspondido a ignorado.

Tú sabes cuando han leído el mensaje que enviaste y se cumplió tu propósito o te quedas pensando por qué después de un tiempo ese mensaje ha llegado a su destino, pero no ha sido considerado para leerse y empieza el juego de tus emociones.

Las preguntas sin respuesta que, sin duda, las habrá y serán totalmente opuestas a lo pensado. Cuando recibes noticias agradables, tus noches son apacibles, tu sueño es tranquilo y se nota el brillo en tu mirada.

La presencia de un amigo te fortalece. El abrazo que te brinda te transmite su energía positiva, su plática te alegra y te brinda confianza, te da esa tranquilidad y la paz que te invita a estar siempre a su lado. La presencia de un amigo no es casualidad. Ambos son el complemento perfecto.

Pueden ser cómplices de aventuras y compartir secretos. Su mano te brinda seguridad y su sonrisa te contagia.

La edad no es obstáculo. Los ideales pueden compartirse. Tus emociones y las suyas pueden completarse. El apoyo es mutuo, la convivencia los enriquece y el tiempo hace que esa relación se fortalezca.

Si bien no estarán siempre físicamente por cuestiones circunstanciales, pero se harán presente cuando realmente se necesitan, no será necesario decirle que esté a tu lado, estará.

Los logros de uno, serán los del otro, los tropiezos, que no son fracasos, servirán para retomar fuerza y seguir avanzando, ahí aparecerá la mano amiga y juntos volverán a recorrer juntos la misma senda. Son emociones compartidas.