Crónicas del Poder: La Gran Villa Coatza: un modelo de integración

• La democratización de la alegría Navideña
• Ya es punto de referencia en el sur de Veracruz
• Municipios: autogestión de bienes y concesión de servicios 

En un país como México, donde las desigualdades económicas frecuentemente dictan el tono de las festividades, la iniciativa de La Gran Villa Coatza 2024 surge como un aliciente de esperanza y un ejemplo de cómo transformar las celebraciones navideñas en un motor de desarrollo económico y cohesión social.

Lo que comenzó hace tres años como un evento local se ha consolidado como un proyecto inclusivo que revitaliza a Coatzacoalcos, convirtiéndolo en un referente regional durante la época decembrina.

Más de 150 pequeños comerciantes participan activamente en esta edición, ofreciendo productos que van desde artesanías hasta alimentos típicos.

Esta integración no solo representa una inyección directa a la economía local, sino que también fomenta la participación de sectores que suelen ser excluidos de grandes eventos.

Además, la gratuidad en actividades como el tren, el carrusel y la pista de hielo es un acto de justicia social que democratiza el acceso a la magia navideña, permitiendo que familias de todos los niveles socioeconómicos puedan disfrutar de estas experiencias.

FORTALECE DERRAMA ECONÓMICA

 No es de extrañar que, desde su apertura, las largas filas sean una constante: en tan solo una semana, más de 68 mil visitantes han recorrido sus nueve mundos mágicos, dejando en claro el éxito de la iniciativa.

El impacto de La Gran Villa Coatza no se limita al ámbito local.

Habitantes de municipios cercanos del sur de Veracruz y estados vecinos como Chiapas y Tabasco han encontrado en este espacio una razón para visitar Coatzacoalcos.

 Esto no solo fortalece el turismo, sino que también genera una derrama económica significativa en sectores como transporte, hospedaje y alimentación. Esa es la apuesta del área de Desarrollo Económico y el general del ayuntamiento de Coatzacoalcos.

 En un contexto nacional donde las cifras económicas suelen estar marcadas por el pesimismo, esta iniciativa demuestra cómo una visión adecuada puede convertirse en un catalizador de bienestar colectivo.

Sin embargo, el verdadero valor de La Gran Villa Coatza trasciende las cifras.

En una sociedad profundamente polarizada, este proyecto se erige como un espacio de encuentro y convivencia, donde las diferencias quedan de lado en pro de un objetivo común: celebrar la unión.

PLANEACIÓN Y GENERACIÓN DE EMPLEOS

Es importante destacar que el éxito de esta iniciativa no es fortuito.

 Responde a una planeación estratégica que integra a diversos sectores de la sociedad, desde autoridades municipales hasta comerciantes y voluntarios. Un proyecto que se planea tres meses antes y actualmente genera 50 empleos durante su permanencia.

Este modelo de colaboración es un recordatorio de que los proyectos realmente transformadores son aquellos que involucran a todos los actores sociales, promoviendo una visión incluyente y participativa.

En un panorama donde los titulares suelen estar dominados por problemas como la inseguridad, la corrupción y la desigualdad, La Gran Villa Coatza nos invita a reflexionar sobre el poder de las iniciativas comunitarias para generar cambios tangibles.

No es solo un espacio de entretenimiento, sino una apuesta por la democratización de la alegría, un ejemplo de cómo las políticas locales pueden impactar positivamente en el tejido social y económico.

La Gran Villa Coatza reafirma que el verdadero espíritu navideño no está en el consumismo ni en la ostentación, sino en la capacidad de generar bienestar colectivo. Coatzacoalcos está listo para consolidarse como un modelo de integración y desarrollo regional, y La Gran Villa es su mejor carta de presentación.

Si algo queda claro, es que la magia de la Navidad también puede ser una herramienta de transformación social.

MUNICIPIOS: AUTOGESTIÓN DE BIENES Y CONCESIÓN DE SERVICIOS 

El Congreso de Veracruz se encuentra ante una tarea histórica: dar cumplimiento a una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que fortalecería la autonomía de los 212 municipios del estado.

Esta reforma permitirá a los Ayuntamientos gestionar y administrar sus bienes, concesionar sus servicios  sin necesidad de autorización legislativa, un paso que, en principio, podría traducirse en mayor eficiencia y agilidad en la administración pública local.

Sobretodo en servicios públicos donde varios municipios son un desastre, servicio de limpia pública, alumbrado público, agua y drenaje,  por mencionar algunos.  

El dictamen, que actualmente está bajo revisión en la Comisión de Gobernación, permitirá a los Ayuntamientos concesionar servicios municipales con la aprobación de dos terceras partes de los integrantes del Cabildo.

Aunque esto podría atraer inversiones y mejorar la calidad de los servicios, también abre la puerta a riesgos de opacidad y corrupción si no se implementan las salvaguardas necesarias.

El reto es claro: garantizar que la autonomía municipal no se convierta en sinónimo de descontrol. La vigilancia efectiva será clave para que este avance no se transforme en retroceso. Es una oportunidad de fortalecer el federalismo desde lo local, pero también un recordatorio de que la autonomía debe ir siempre de la mano de la responsabilidad. ¿Estarán los municipios a la altura del desafío?

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