Las caminatas cada vez se tornaban más complicadas para los peregrinos ya que las distancias que recorrían se hacían más lejanas, lo que implicaba más días de traslado para llegar a los puntos de partida y los costos eran cada vez mayores, si bien el camino usualmente les proveía de lo que requerían como comida o estancia, así como caminantes de la zona que los acompañaban durante largos tramos, ello no significaba la necesidad de costear la gasolina, moteles y comidas.
No solo eso, para muchos caminantes del grupo semilla, la idea de que hacer esta peregrinación era una locura o no servía de mucho comenzaba a crecer, aunado a ello las regiones por las que debían adentrarse eran cada vez menos habitadas, y si bien más bellas por los cientos de paisajes pristinos, eran cada vez más peligrosos por la situación de violencia que atravesaba el país, lo que generaba temor a muchos integrantes del grupo.
Por ello las subsecuentes caminatas de los años 4, 5 y 6 fueron pruebas para quienes decidieron mantener vivo el espíritu que originalmente los convocó. El camino hasta el año 3 había recurrido más en un expectativo aprendizaje, la fe era inconmensurable por parte de todos, avanzando desde el Cerro de la Estrella hasta Tula, posteriormente de Tula a Teotihuacán y de Teotihuacán a Cholula, sin embargo para el año 4 había que hacer una reafirmación de la intención del renacer de México, la ruta sería camino a la montaña “la Malinche”, después de caminar 122 kilómetros debían subir los cuatro kilómetros en ascenso a la cúspide de la montaña sagrada que resguarda Tlaxcala.
Antes de salir de Cholula realizaron un temazcal en el terreno dedicado a la producción de productos orgánicos a cargo de Omar Terrones, el aprendiz del abuelo Teutli; el guardían de las tierras del nopal en Milpa Alta. En ese lugar Omar ha desarrollado mecanismos innovadores para la producción orgánica de hortalizas con la implementación de técnicas ancestrales combinadas con innovaciones científicas modernas.
Para el temazcal que Omar preparó en honor a los peregrinos invitó a un tlaxcalteca orgulloso de saber que el camino que emprenderían los peregrinos sería rumbo a Tlaxcala, sus padres lo nombraron Xicotencatl en honor al antiguo guerrero tlaxcaleteca.
Xicotencatl explicó a los peregrinos que Tlaxcala es un sitio importantísimo para comprender el México de hoy, de hecho es mucho más probable que quienes se sienten orgullosos de tener ascendencia de sangre indígena corriendo por sus venas sea tlaxcalteca y no mexica, ya que tras la caída de México Tenochtitlán los tlaxcaltecas eran los aliados de los españoles, quienes instauraron un sistema de castas, en el que el tlaxcalteca estaba por encima del mestizo casi a la par de los criollos, lo cual les daba una serie de privilegios como por ejemplo no pagar ciertos impuestos, llevar a cabo la ganadería y la fiesta oficial de la tauromaquia, muchos indígenas no tlaxcaltecas fingían serlo para beneficiarse. Inclusive los procesos de conquista del resto del país; y por ende del mestizaje, no se dio con españoles, sino con tlaxcaltecas, por ello se pueden encontrar lugares fundados por comunidades tlaxcaltecas como Bustamante en Nuevo león o en Palenque en Chiapas la calle principal se llama Xicotencatl, inclusive para conquistar Filipinas lo hicieron con Tlaxcaltecas, prueba de ello es la localidad filipina llamada “la nueva Tlaxcala”.
Sin embargo tras los movimientos de independencia se generó una injusta discriminación a lo tlaxcalteca; y Xicotencatl entendía perfectamente que las muestras de resistencia de algunos peregrinos, quizá involuntariamente, llegaron justo antes de entrar a estas tierras, pero también fortalecería las alianzas y abriría los caminos para las intenciones de los caminantes. Terminando el temazcal, fueron a descansar, el camino de Cholula a la Malinche en Tlaxcala comenzaría al amanecer.
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