¿Altares a los muertos?

 ¿Cómo está usted?

  Afectuosamente lo invito a nuestras reuniones dominicales a las 11.30 a.m. o a las 6.30 p.m. en la Iglesia Cristiana Bíblica AGAPE de la Llave 1002, casi esquina con Aldama.

  Seguramente se ha dado cuenta de la gran profusión y difusión que se está realizando en éstos días en torno al “dia de muertos”. Por doquier puede ver calaveritas, flores de cempazúchil, velas, fantasmas, esqueletos, brujas y altares para los difuntos.

 Aunque el Halloween merece un capítulo aparte, le informo solamente que en ésta “fiesta” absolutamente pagana se rendía culto a shamain, el dios de los muertos, por los druidas o sacerdotes celtas y se remonta al siglo XV de nuestra era, en lo que hoy es Irlanda y Escocia, pero que en La Biblia era la tierra de los Gálatas.

 Para aplacar la ira o  impedir algún ataque de los espíritus de los muertos que vagaban en las noches se les ofrecían alimentos, candelas y hasta sacrificios humanos la víspera del 31 de octubre.

  Por hoy deseo enfocarme a éste inusual, sospechoso y profuso culto a los muertos y a su “fiesta” de “Todos los santos” a la cual se le ha dado un disfraz de cultura, tradiciones prehispánicas ancestrales, folklore y hasta arte .

  No sé si usted participa de esto o les pone altares a sus difuntos con la idea de que en la noche sus almas vengan a llevarse “la sustancia de ellos” pero déjeme decirle lo que Dios dice al respecto en Su Palabra Perfecta y Santa: La Biblia puesto que para eso estoy aquí desde hace más de 29 años.

   Dios Es absolutamente claro y tajante al decirnos dos cosa básicas que oro para que usted guarde en su corazón, mi amable lector:

 PRIMERA: Los muertos, nuestros amados que ya fallecieron, no pueden DE NINGUNA MANERA manifestarse ni tener relación con los que estamos vivos. Dios dice que “Ya no tienen parte en todo lo que se hace debajo del sol”, es decir, el mundo de los vivos (Ecclesiastés 9:4-6)

  Pretender darles de comer, ponerles flores e invocarlos, como algunos espiritistas hacen o por medio de las tablas ouijas, es abrir peligrosamente la puerta al contacto con los demonios que son quienes se manifiestan engañando a los deudos imitando sus voces o revelando secretos que sólo la familia conocía. Esto es así a menos que usted crea que Dios Es mentiroso o ignorante.

  SEGUNDA: Tratar de hacer contacto con ellos no sólo es imposible y peligroso por las manifestaciones demoníacas, sino porque nuestro Dios, que Es Absolutamente Santo, dice que quienes realicen éstas prácticas acarrearán para ellos mismos la condenación eterna: Gálatas 5:19-21 y Apocalipsis 21:8.

En La Biblia encontramos el terrible, espeluznante y doloroso caso del rey Saúl, quien en su desesperación por saber el futuro consultó a una bruja espiritista: la pitonisa de Endor, lo cual le costó la vida. ¡Mire usted si no es grave!

   Le comparto textualmente I de Crónicas 10:13-14 donde Así Está Escrito: “Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra La Palabra de Jehová, la cual no guardó y por que consultó a un  demonio preguntándole y no consultó a Jehová: por ésta causa lo mató y traspasó el reino a David, el hijo de Isaí”

  ¿Le parece suficientemente claro, mi amigo y amiga?

  El espacio me limita mucho pero si desea que amplíe éste tema contácteme a los tels. que daré al final para una plática razonada, civilizada y deseosa de conocer La Voluntad de Dios.

  Al despedirme por hoy sólo permítame decirle algo: Cuando usted se presente ante El Señor en El Día del Juicio y El le pregunte porqué desobedeció Su Palabra ¿Se atreverá a decirle que era sólo una tradición prehispánica folklórica y cultural sin importancia? ¿Cree sinceramente que eso le valdrá de algo? Ahí podrá preguntarle al rey Saúl.

   Estaré orando para que ésto que le he compartido halle cabida en su corazón y no lo eche en saco roto para su bendición eterna y sobre todo para la gloria de Dios.

   Gustosamente lo atendré en los cels. 921-268-4419 o 921-233-7943.

   Por favor visíteme en Temas Bíblicos Pastor Sedas por Youtube. ¡Le edificará!

   ¡Que Dios lo bendiga mucho!