Alarma descontrol por violencia en la Riviera y conurbación

Se consignó en este espacio hace unas semanas, y han vuelto a ser constantes las manifestaciones de violencia en la conurbación Veracruz-Boca del Río, acontecimientos que ya se extendieron al municipio de Alvarado, pero no a cualquier zona del vasto territorio, sino a la exclusiva zona residencial de la Riviera Veracruzana.

Y es que este fin de semana el pánico se volvió a extender entre los residentes de los exclusivos fraccionamientos, pues a unos cuantos cientos de metros se realizaron operativos por mar y tierra, no sin antes desatarse una persecución y enfrentamiento entre elementos de la Policía Estatal y Fuerza Civil.

Participaron además, para el blindaje del perímetro cercano a los hechos, la Marina y Guardia Nacional. Esta vez también las redes sociales cumplieron con su cometido de viralizar la información y de pasar de la alerta a la sicosis entre la población del lugar.

Fue el sábado cuando habitantes de Antón Lizardo y de Mata de Uva realizaron el reporte alrededor de la 1:00 de la tarde, por lo que autoridades policiacas activaron el Código Rojo.

En el sitio de la escena los elementos de la Fuerza Civil repelieron la agresión de civiles armados mientras llegaban refuerzos de policías municipales y de la Policía Estatal, además de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Secretaría de Armada de México, Guardia Nacional y personal aéreo.

Esto es apenas el último hecho violento de los que se han venido desencadenando y la etapa más reciente comenzó con el presunto secuestro y robo de una unidad, hasta el momento se desconocen más detalles, de un abogado de nombre Luis Emilio Fuster, ocurrido en Paso del Toro, quien fue hallado sin vida un día después de las balaceras en distintos puntos de la zona, el 16 de febrero de este año.

En esos operativos donde ya se buscaba al presunto profesionista plagiado fueron capturados seis sujetos, y falleció en el enfrentamiento un elemento de la Fuerza Civil.

En enero, la vida cotidiana también se vio alterada para los habitantes de la Riviera, cuando pasado del mediodía en el fraccionamiento “Paraíso del Estero”, apenas a unos metros de la principal y exclusiva plaza comercial El Dorado, una movilización policiaca alarmó a los residentes.

El saldo entonces fue de dos heridos, tras la persecución debajo del puente que conduce a dicha plaza, y en el que se resguardaron los elementos para enfrentar a los delincuentes y donde cayeron lesionados dos de ellos que quedaron en calidad de detenidos.

La descomposición se trasladó a la franja turística de Boca del Río. Semanas después ocurrió en la prolongación del bulevar Manuel Ávila Camacho. Y es que el pasado 22 de marzo, hace apenas mes y medio, otro incidente se produjo dejando como resultado una mujer muerta a bordo de una camioneta, muy cerca del casino Big Bola.

La balacera fue registrada en los celulares por los paseantes y deportistas que por la hora, aún caminaban, por lo que en la noche de ese miércoles otro hecho sangriento tuvo lugar sobre el bulevar en plena actividad de turistas y vecinos.

No había pasado un mes, el 14 de abril, cuando a las 2:00 de la tarde o poco menos, en el nuevo bulevar mencionado también, pero en el entronque con el viejo bulevar y en las inmediaciones del hotel Lois, se produjo otro hecho, donde un presunto agresor fue abatido por la Policía Municipal.

El presunto delincuente quedó tendido apenas a unos metros de una plaza comercial, frente a dos instituciones bancarias.

Este fin de semana se remató con el enfrentamiento antes citado en las cercanías de Antón Lizardo, muy cerca de las zonas residenciales que conforman la Riviera y donde se asienta la clase pudiente del estado y de otras entidades del país.

El hecho es que cada vez se hacen más frecuentes los signos de violencia en la conurbación que por meses o años habría permanecido en la calma o al menos sin que estos fueron tan frecuentes.

Analistas señalan que la violencia puede ser generada por un descontrol o reacomodo de los grupos del crimen organizado o del que se encuentre asentado en la zona. También de que algunos de los integrantes pretenden o realizan acciones fuera de lo que establece el código del grupo criminal y de sus principales actividades ilícitas, lo que provoca este tipo de enfrentamientos con autoridades.