El chantaje es un delito muy antiguo que, con las nuevas tecnologías se ha potenciado. Los delincuentes roban dinero a sus víctimas a través de una gran variedad de métodos, pero hackear los mensajes de texto, así como las webcams, sube su despiadada eficiencia a un tipo de delincuencia muy perversa llamada sextorsión.
La sextorsión o extorsión sexual, consiste en chantajear a una persona con revelar información íntima a menos que ésta pague una cantidad de dinero. En esta era digital conectada, esta información puede incluir mensajes de tono sexual, fotos íntimas e incluso videos. Los extorsionadores suelen pedir dinero, pero hay algunos mucho peores que incluso piden material más explicito y comprometedor (envía más o divulgaremos todo).
Puede ser que lo más llamativo de la sextorsión sea que una gran cantidad de las víctimas son adolescentes, y no es que en la gran mayoría de los casos ellos tengan mucho dinero, sin embargo, esta parte de la población es el blanco perfecto para este tipo de delincuentes.
Durante esta etapa, los jóvenes suelen ser más fáciles de engañar y sobre todo si usan muchos dispositivos electrónicos con acceso a internet, como computadoras, smartphones, tablets, etc. Sin supervisión y/o control de sus padres.
El resultado de esta combinación es el sueño de todo cibercriminal: acceso a un montón de información que debería estar a salvo y que no lo está… perteneciente a personas emocionalmente vulnerables y sencillas de ser humilladas. Por este y muchos más motivos, no sorprende que alrededor de un 70 por ciento de las víctimas de estos delitos sean adolescentes, entre los cuales la mayoría son las mujeres, sin embargo, también los hombres no quedan exentos.
Los delincuentes pueden hackear las cuentas o hacer uso de cuentas falsas y hacerse pasar por otro joven para ganarse su confianza y que sea la misma víctima quien envíe el material incriminatorio. El siguiente paso es amenazarlo con hacer público el material recibido.
Los adolescentes son muy vulnerables: las víctimas se suelen avergonzar y terminan por hacer lo que se les pide por el miedo a ser juzgados, razón por la que no se lo cuentan a nadie o no piden ayuda. La sextorsión puede generar traumas psicológicos serios como la depresión, ansiedad que incluso pueden derivar en intentos de suicidio.
Te contaremos en una breve guía cómo proteger a tus hijos y a ti de la sextorsión
1. Absolutamente todo lo que compartes por internet puede hacerse público
Explícale a tu hijo que una vez que algo esté online puede ser compartido y reproducido por quien lo vea, desde tus amigos, hasta tus profesores y familiares.
2. Practica una buena ciberseguridad
Usa contraseñas seguras y el autentificación en dos pasos para proteger tus cuentas de tus redes sociales, apps de mensajería y correo electrónico.
3. Mantente alerta e informado sobre las nuevas amenazas
Los delitos como la sextorsión son un problema de todos, informarse es una ventaja y tu deber es compartir dicha información.
4. Habla con tus hijos sobre los ciberdelincuentes
Puede que te sea difícil hablar de sexo con tus hijos y no debe ser así, ellos tienen que saber y más si viene de ti, puedes acudir a sus escuelas para averiguar cómo se encargan ellos de explicarles el tema y quizá hasta tengan material para que puedas hablar con ellos en casa.
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