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¡No te apenes! 4 formas de romper el hielo

¡No te apenes! 4 formas de romper el hielo

¿Estás en esa tan esperada fiesta, pero te da pena convivir o contar historias como lo hacen los demás? ¿Intentas acercarte, pero te tiemblan las piernas y sudas porque no traes tema de conversación?, ¿quizás no sepas qué decir después de “hola”? No te preocupes, he aquí 4 estrategias para romper el hielo social; iniciar y mantener una conversación.

Uno: Finge y aparenta para terminar creyendo

Aprende a actuar como hacen los niños, como hacías tú cuando lo eras. 

Ellos juegan con su imaginación, inventan personajes y escenarios fantásticos, jugando al hacer-creer. Imaginar es creer que todo es posible.

“Cuando una persona decide acercarse a alguien para socializar, es necesario que piense y finja que lo conoce desde que iban juntos a la primaria. La mente es tan poderosa que realmente sentirá esa conexión e inmediato su lenguaje será más abordable. La mayoría de nosotros actúa diferente con los extraños, y estamos más relajados, más dispuestos a hacer gala de nuestros atributos cuando estamos con gente que conocemos” explica la psicóloga social Larisa Montero de la Clínica de Bienestar Emocional, quien ofrece ésta y otras sugerencias para romper el hielo social.

Dos: Actuar con naturalidad

Si estás entre tanta gente y deseas conocer a alguien en específico, sacude tu cuerpo, estira el cuello de derecha a izquierda, respira hondo varias veces; hacerlo correctamente limpia a tu cerebro, lo hace fuerte y dispuesto a todo.

Acércate sin tropiezos y de golpe di: “Hola ¿Cómo estás? Soy ___ no conozco a nadie aquí, ¿y tú...? ” Funciona porque a la mayoría le resulta conocida esta intención, y porque inmediatamente se le concede el poder al ego del interlocutor; se sentirá importante, alguien que puede ayudar y que se identifica con la misma situación que ellos. Actuar con naturalidad será el extra para tener control y reforzar el acercamiento”. 

Tres: Si la montaña no va a ti

Otra táctica es que te expongas frecuentemente a situaciones sociales. No te encierres esperando a que toquen la puerta.  Sal, muévete, asiste, corre por el parque, apúntate a un curso de meditación o de cualquier tema que te interese. “Afuera hay un mundo colmado de posibilidades. Ir a ese parque, sentarte en una banca, te puede cambiar mucho, habrá gente que se siente a tu lado, algunos te hablarán, escucharás conversaciones. Es decir, para destacar es imprescindible interactuar”.

Cuatro: Inventa un nombre

Entonces, acércate y con cara de sorpresa di: “¿Luis Pérez (o Eva Sánchez), eres tú?” (Decir nombre y apellido es más creíble). Cuando el aludido responda que no, entonces balbucea que es igualito (a) al que se sentaba junto a ti en la secundaria o algo por esas líneas. Seguro le sembrarás la espinita de la duda, y querrá saber detalles de cómo cuándo y dónde o le parecerá simpático y estará dispuesto a entablar una conversación. “Al aproximarse a alguien por primera vez para disipar esa pena, es esencial tomarse tiempos, sin atropellos, respirando hondamente, haciendo pausas y esperando a que los otros envíen señales no verbales de aceptación antes de decir lo que se tiene en mente”.

Anda, no tengas pena

“Estos consejos son simples pero muy efectivos en este proceso social, sólo funcionan si tan sólo es pena, no timidez extrema. Se deben usar de acuerdo al contexto, como modelo a iniciar, piensen que éstos son el molde de un pastel: dan la forma, pero los ingredientes para darle sabor cada quien debe agregarlos con su disposición, asertividad y actitud”, finaliza la doctora Montero.
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