Desengánchate de las ataduras
Desengánchate de las ataduras
Nadie está exento de apegos y ataduras. Ya sea al dinero, a una casa, a un objeto, un trauma, a conflictos familiares. También a historias del pasado, a un suceso, a una persona o a un ser querido que murió.
Todo este círculo vicioso de apego solo nos trae ansiedad, lágrimas, sufrimiento, obsesiones, estrés, sofoco, piernas inquietas, insomnio, inapetencia, etc.
El apego enferma física, emocional y espiritualmente, no avanzas en varias esferas de tu vida y, lo peor, le transmites eso a toda tu familia.
¡Desengánchate!
Muchos creen a pie juntillas que eso a lo que están apegados, una cuerda es lo que los mantiene salvos…si les costó tanto alcanzarla, nunca la querrán soltar, se ciegan y tiemblan de miedo. Pero lo mejor es que lo sueltes:
- Debes y tienes que ver otras posibilidades…la piscina abajo donde puedes flotar, la paja que mermará tu caída, el árbol de lado con manzanas jugosas, todas esas opciones de salida, de escape.
- Suéltate ya, ha llegado el momento de desapegarte de ese pensamiento, persona o relación que te está haciendo trizas. Ten fe, convicción y carácter, demuestra de qué material estás hecho. Déjate caer, es tiempo de cambios, es tiempo de fluir…
- Abre la puerta, respira hondo, sal al jardín, pasea por ahí, siente la vida y el cambio. Explora lo nuevo como una aventura, disfruta el viaje y trata de ser feliz.
Sal de esa prisión, comienza a ser libre para tomar decisiones asertivas.