México | 2023-06-30
El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su pesar por el asesinato de Hipólito Mora, exlíder de las autodefensas en Michoacán, y destacó que se encontraron cerca de mil casquillos de bala en la escena del crimen.
Desmintió las afirmaciones de que no había policías cerca, ya que Mora contaba con escoltas y había una base en la zona. Aclaró que los calibres de las balas no coinciden con los utilizados por el Ejército, desmintiendo así los rumores sobre su implicación.
El ataque tuvo lugar en La Ruana, Michoacán, donde incendiaron la camioneta blindada de Mora. Los escoltas del exlíder intentaron repeler el ataque, pero tres de ellos fueron asesinados. El cuerpo de Mora fue encontrado junto al vehículo incendiado.
El presidente atribuyó este incidente a la violencia generada en gobiernos anteriores, como los de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Calificó esa época como un "narcoestado" y acusó a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Calderón, de implementar una estrategia selectiva de combate al crimen.
López Obrador señaló que existían antecedentes de amenazas contra Mora y que había solicitado protección al gobierno estatal, pero no se pudo evitar el ataque. Lamentó lo sucedido y reiteró que este incidente es un remanente de la violencia auspiciada en el pasado.
El presidente resaltó la importancia de abordar la violencia desde una perspectiva distinta y anunció que su gobierno busca enfrentarla mediante la formación de Guardias Civiles. Condenó la estrategia de guerra declarada en Michoacán por Calderón y subrayó la necesidad de no olvidar los errores del pasado.
Según información obtenida por el medio Agencia Esquema, Hipólito Mora y sus escoltas fueron víctimas de aproximadamente mil disparos que les arrebataron la vida.
Las autopsias revelaron que, mientras la camioneta de Mora se incendiaba a causa de la explosión de granadas de fragmentación, él intentó escapar para salvarse, pero recibió un disparo en la cabeza que lo mató instantáneamente.
Uno de los escoltas de Mora presentaba tres disparos en la cabeza, y después de ser asesinado, los agresores prendieron fuego a su cuerpo. Otro agente recibió dos disparos, mientras que el tercer escolta fue alcanzado por un tiro en la cabeza.
En la escena del crimen, los peritos especializados recolectaron alrededor de mil casquillos de distintos calibres, que presuntamente incluían municiones 7.62 x 39 mm tipo AK-47 –conocido como cuerno de chivo–, así como .223 tipo rifle AR-15 y fusil G-3.
Este trágico suceso revela la violencia extrema con la que se llevó a cabo el ataque contra Hipólito Mora y sus acompañantes. Las autoridades continúan investigando los hechos para identificar a los responsables y esclarecer los motivos detrás de este terrible acto de violencia.
El asesinato de Hipólito Mora representa un trágico recordatorio de los desafíos de seguridad que enfrenta México y la urgencia de abordar la violencia de manera integral y efectiva.