Ciudad de México | 2023-01-10
Estimado presidente Biden:
Amigas, amigos de la delegación del Gobierno de Estados Unidos:
Nos da mucho gusto tener esta reunión bilateral, estar con ustedes, que tiene una vinculación con nosotros más allá de lo estratégico, inclusive de la vecindad. Es una relación fraterna de amistad entre nuestros pueblos.
Estimado presidente Biden:
Tengo la certeza de que es usted un gobernante humanista y visionario, y que hay condiciones inmejorables para iniciar una nueva política de integración económica y social en nuestro continente.
El tratado comercial entre Canadá, México y Estados Unidos, ha demostrado ser un valioso instrumento para consolidar nuestros procesos productivos, aprovechando el gran potencial que representa el mercado interno de nuestra región. Sin embargo, en nuestros puertos del Pacífico aún sigue creciendo el arribo de barcos repletos de mercancías procedentes de Asia. Y la pregunta que nos hacemos es la siguiente:
¿No podríamos producir en América lo que consumimos? Claro que sí. Es asunto de definición y de planear conjuntamente nuestro desarrollo futuro.
Unirnos y asociarnos en América equivale a consolidar en definitiva la región más importante del mundo. Las ventajas son muchas; entre otras, contamos con fuerza de trabajo joven y creativa, con desarrollo tecnológico y con una gran riqueza de recursos naturales; las distancias entre nuestros países nos permiten ahorrar en transporte y existe suficiente demanda en nuestros mercados.
El consumo per cápita de América es de 18 mil 100 dólares anuales, mientras que el de Asia es de 4 mil 400 dólares.
No obstante, la integración productiva debe contar con el respaldo de inversión pública y privada para el bienestar de todos los pueblos de América, sin excluir a nadie.
Recordemos que, el 13 de marzo de 1961, el presidente John F. Kennedy dio a conocer en la Casa Blanca, ante embajadores de América Latina y el Caribe, el plan conocido como Alianza para el Progreso. En ese entonces Estados Unidos invirtió, en 10 años, 10 mil millones de dólares, que a los precios de hoy serían 82 mil millones de dólares, en beneficio de los pueblos de América Latina y el Caribe.
Sin embargo, ha sido lo único importante, en realidad, que se ha hecho en materia de cooperación para el desarrollo en nuestro continente en más de medio siglo.
En consecuencia sostengo que es el momento de terminar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia América Latina y el Caribe, opuesto a la política de la buena vecindad de ese titán de la libertad que fue el presidente Franklin Delano Roosevelt y comenzar con usted, porque no habría otro dirigente que pudiera llevar a cabo esta empresa, comenzar con usted una etapa nueva entre los pueblos y naciones del continente, a partir del respeto y la ayuda mutua.
Presidente Biden:
Usted tiene la llave para abrir y mejorar sustancialmente las relaciones entre todos los países del continente americano. Sé que es una iniciativa compleja, polémica y estoy consciente de que su puesta en práctica implica numerosas dificultades. Pero, a mi juicio, no hay un mejor camino para garantizar el porvenir próspero, pacífico y justo que merecen nuestros pueblos, nuestros compatriotas, así como todos los pueblos del continente y las futuras generaciones.
La propuesta, presidente Biden, es integral. Implica consolidarnos como región económica en el mundo, fortalecer la hermandad en el continente americano, respetar nuestras diferencias y nuestras soberanías, y procurar que nadie se quede atrás y que juntos vayamos en busca de la bella utopía de la libertad, la igualdad y la verdadera democracia.
Somos muchos los que no hemos dejado de soñar en una integración justa y fraterna entre todos los pueblos y países de nuestro continente, porque como decía Simón Bolívar, el libertador: si el cielo nos concede el deseo de Ia América unida, este continente podría llamarse, esta América unida podría llamarse la Reina de las naciones y la madre de las repúblicas".
Bienvenido a su casa, presidente Biden. Usted es nuestro amigo, y el pueblo estadounidense lo es también. Somos pueblos vecinos y pueblos hermanos.
Muchas gracias.