Puebla | 2024-05-05
El 5 de mayo de 1862 marcó un hito trascendental en la historia de México con la Batalla de Puebla, un enfrentamiento que se convirtió en un símbolo de la resistencia y el coraje del pueblo mexicano. En este artículo, exploraremos en detalle el origen, el significado y el legado perdurable de esta victoria histórica que aún se celebra con orgullo y pasión en México.
La Batalla de Puebla tuvo su génesis en las políticas económicas implementadas por el presidente Benito Juárez. En 1861, México se declaró en ruinas financieras, arrastrando deudas enormes contraídas principalmente con banqueros europeos para financiar la Guerra de Reforma (1857). Esta deuda ascendía a 80 millones de pesos, de los cuales 69 millones correspondían a los ingleses, 9 millones a los españoles y 2 millones a Francia.
Ante esta situación, el presidente Juárez decidió declarar una moratoria de dos años en el pago de deudas a prestamistas extranjeros el 17 de julio de 1861. Sin embargo, la Alianza Tripartita conformada por España, Inglaterra y Francia amenazó con invadir el país si no se saldaban completamente las deudas pendientes. A pesar de los intentos de Juárez por lograr un arreglo amistoso, Francia, bajo el mandato de Napoleón III, decidió emprender la invasión de México.
El avance francés comenzó con la llegada de un contingente militar a Veracruz bajo el mando del general Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez. El 27 de abril de 1862, las tropas francesas iniciaron la invasión de las tierras mexicanas, avanzando gradualmente hacia la ciudad de Puebla.
El presidente Juárez, consciente de la inminente amenaza, ordenó la fortificación de Puebla y creó el Ejército de Oriente, designando al general Ignacio Zaragoza como su comandante. A pesar de contar con recursos y tropas limitadas, los mexicanos se prepararon para defender su patria con valentía y determinación.
El 5 de mayo de 1862, las tropas francesas se encontraron con una feroz resistencia por parte del ejército mexicano en las afueras de Puebla. A pesar de estar en clara desventaja numérica y de recursos, los mexicanos lucharon con arrojo y convicción. Bajo el liderazgo de los generales Ignacio Zaragoza, Miguel Negrete y Porfirio Díaz, el ejército mexicano enfrentó con coraje el avance francés.
El combate fue intenso y brutal, pero para la tarde de ese día, el Ejército Expedicionario Francés comenzó a ser repelido y se retiró a Amozoc. La victoria inesperada del ejército mexicano sobre las poderosas tropas francesas llenó de gloria y honor al pueblo mexicano.
La Batalla de Puebla representa uno de los episodios más gloriosos de la historia de México, un símbolo de la resistencia y la determinación del pueblo mexicano ante la adversidad. Cada año, el 5 de mayo, se celebra esta victoria con grandes festejos, desfiles militares y civiles en la Ciudad de Puebla y en todo México.
La celebración del 5 de mayo también se ha extendido a Estados Unidos, donde algunos colectivos de origen mexicano aprovechan la fecha para celebrar su herencia con desfiles, conciertos y comida típica. La Batalla de Puebla es un recordatorio del poder del pueblo mexicano cuando se une en la defensa de su tierra y su libertad. Esta victoria contra las fuerzas francesas en 1862 sigue siendo un símbolo de orgullo nacional y un ejemplo de valentía.