Veracruz | 2024-10-31
La visita que hiciera al Consejo Editorial del periódico Imagen de Veracruz, la presidenta municipal Lizzette Álvarez Vera, fue un evento que destacó el valor de una mujer que fuera acusada de manera pública por el gobernador Cuitláhuac García que no podía tomar posesión porque tenía relaciones con los narcotraficantes, a pesar de que había sido electa como militante de la coalición de Morena, Verde Ecologista y el PT.
A pesar de la presión del gobernante, acudió a este medio impreso y se le atendió recordándole que contaba con el apoyo del pueblo de Alvarado que había votado por ella y por ende la asistía el derecho.
Cuando tomó el poder del cargo se encontró que el anterior ayuntamiento había vaciado la Tesorería y no se había pagado la nómina ni el aguinaldo a los trabajadores municipales, y sin contar con el menor apoyo del gobierno estatal salió avante y es actualmente el ayuntamiento veracruzano que ocupa el primer lugar en transparencia y que tiene el principal desarrollo inmobiliario del sureste del país con la Riviera veracruzana.
Es municipio es considerado como la joya de la Corona por el desarrollo que tendrá en el próximo gobierno estatal y que cuenta con el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Desde que empezó el gobierno del Cuitláhuac García el narcomenudeo creció de manera desproporcionada en un 658 por ciento de acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad. A pesar de todas las medidas aplicadas no logró disminuir esta distribución de drogas en pequeñas cantidades, los adictos podían adquirirlas a plena luz del día en lugares por ellos conocidos sin tener el menor problema.
Desde el 2018 se presentaron 351 denuncias sobre esta venta de drogas en sitios públicos. El año pasado se logró un máximo histórico de dos mil 662 casos.
La entidad en el sexenio se convirtió en un paraíso para los narcotraficantes y los consumidores, lamentablemente conocemos a varios jóvenes que a pesar de los tratamientos para desintoxicarlos el deterioro cerebral es prácticamente irreversible.
¿A dónde se fue a refugiar el periodista Ciro Gómez Leyva? A las páginas del periódico Excélsior de los Olegario Vázquez Raña y que creen que su primer artículo se lo dedica al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.
El tema era saber en dónde está el escondite del expresidente, le preocupa no conocer en que lugar se encuentra. El mandatario lo anunció en varias ocasiones que se retiraría a una lejana finca en el estado de Chiapas y que no estaría disponible para nadie.
El egresado de la Ibero de Ciencias de la Comunicación afirma que él si le creía que desaparecería del escenario político y el motivo era, para que "para que no le gritaran viejo mentiroso y cabrón".
Criticarlo era su tarea conservadora y no perdió la oportunidad al regresar al periodismo impreso. No podía dejar de cumplir su misión de ver lo negativo del mejor presidente que ha tenido nuestro país.
No tiene importancia repetir lo único que sabe hacer al afirmar "que al esconderse se sumiría en la fase del poder que no se progresa sino lo contrario. Y que lo menos dañino sería apagarse en una finca de días mojados, bochornosos según el meteorológico".
Ese es su lamentable oficio.