Se dice que: El enemigo estaba en casa

Se dice que

Veracruz | 2024-03-01

No había la menor duda que Morena en las próximas elecciones federales iba a ganar la gubernatura, las senadurías y las diputaciones federales y locales, se consideraban que se podrían perder algunos distritos y se consideraba como algo natural, dentro de una elección democrática, pero la aplanadora de Morena sería un hecho.

Si bien podría afectar la mala administración estatal del gobernador Cuitláhuac García y el origen del natalicio de la candidata Norma Rocío Nahle, pero todo ello, se consideraron como cosas menores que no cambiarían el rumbo de la continuación de la cuarta transformación.

La oposición cada vez más debilitada un PAN muy dividido entre los Yunes Linares- Márquez y el coordinador de la bancada en el Senado, Julen Rementería y la falta de entendimiento de manera permanente en el comité estatal.

EL PRI muy disminuido con renuncias continuas y el alejamiento de los grandes líderes del dirigente nacional Alejandro "Alito" Moreno.

Del PRD prácticamente inexistente y que si dejaba la alianza lo más seguro es que perdiera su registro.

Movimiento Ciudadano con nombramientos de figuras que ya no figuraban en el panorama político estatal. Su líder moral Dante Delgado Rannauro se había olvidado de estado que gobernó y que lo vio nacer.

La mesa está servida para que Morena cumpliera su compromiso de apoyar con su triunfo a la candidata Claudia Sheinbaum y respaldar el ambicioso proyecto del presidente López Obrador y con sus nuevos legisladores electos alcanzar la mayoría calificada en el congreso federal.

¿Qué fue lo que pasó? Ahora hay justificado temor de que corren riesgo un buen número de estos cargos de elección popular. Hay varios distritos que los analistas políticos los dan por perdidos como son Xalapa, Coatepec, Boca del Río, Veracruz, Córdoba, Orizaba, Poza Rica y Papantla entre otros. Reductos como Xalapa y Poza Rica considerados como morenistas de corazón.

No es que haya aumentado el favoritismo por los neoliberales, sino algo más serio, la soberbia enfermiza y el intenso fuego interno que convirtió a los militantes que creían tener derechos en enemigos recalcitrantes. Hay que pasar a Morena de la sala de urgencias a una gran sala estatal de terapia intensiva, para una delicada, radical y a fondo operación cicatriz, desde las bases hasta sus directivos estatales.

Si se pierden esos distritos se pierden las senadurías y corre riesgo la gubernatura.

De que hay culpables y responsables de esta grave situación político-electoral son bien conocidos. Como no puede haber impunidad, el primer paso es expulsarlos para que no sigan haciendo daño.

De por sí hay serios problemas con la batalla intensa, feroz y mediática que confronta el gobierno de López Obrador, donde no hay día que columnistas de los medios de la Ciudad de México y en el estado critican acremente al mandatario y de paso al gobernador Cuitláhuac García, no se entiende como personas plenamente identificadas y con la camiseta de Morena bien puesta lleven este pleito a los extremos por un cargo de elección popular y que las autoridades que no debieran participar en este proceso electoral estén provocando este caos convertido en un grave problema y por ende que se pierda el estado. Para los fundadores de Morena estos funcionarios no habría perdón.

En resumen, se trata de un suicidio político.

Mientras siga presente AMLO en el gobierno el pueblo lo apoyará, para salvar a Veracruz sin ningún problema.

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