No queda mucho tiempo (La venida del Señor está cerca) El final

Coatzacoalcos | 2023-04-04

Un rayito de luz en las tinieblas; No queda mucho tiempo (La venida del Señor está cerca) El final

Hemos llegado al final de nuestro tema: “NO QUEDA MUCHO TIEMPO”. 

Todas las palabras que hemos escrito en este tema son fieles y verdaderas. No pretendemos haber dado significado único a las visiones del apóstol Juan que proclaman los últimos días antes del retorno del Mesías y el traslado de un cielo nuevo y una tierra nueva. Solo dimos a conocer, a través de las referencias bíblicas con la revelación del Espíritu Santo,  lo que acontecerá al final de los tiempos y en un futuro eterno.  

No es un estudio profundo el cual nos llevaría meses terminar, pero si un conocimiento fundamental de lo que acontecerá en esos últimos tiempos que están próximos a suceder.

La palabra de Dios dice: ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. (Apocalipsis 22:7).

El Señor está preparado y dispuesto para venir con rapidez y diligencia. El Señor dijo que vendría, y  lo repite tres veces en este capítulo final (v-7, v-12, v-20) esto quiere decir que  es un hecho irrefutable;  y que será con fidelidad, veracidad, exactitud y puntualidad conforme al tiempo que Él ha establecido. 

Todo lo que hemos narrado desde apocalipsis 6 hasta Apocalipsis 22:1-5, tendrá lugar durante un periodo de siete años, pero  la mayoría de los sucesos estarán limitados a los últimos tres años y medio. Al dar a conocer el Señor su pronta venida, es para que la iglesia se disponga a velar y orar por causa del arrebatamiento (Mateo 24:42-44; 1 Tesalonicenses 4:17) y no pase los tiempos de gran  tribulación y juicio.

El Señor ama a la humanidad, y cada día nos da la oportunidad de acercarnos a Él en arrepentimiento y formar parte de su iglesia; por esta razón es que el Señor aún no ha venido, y aunque esto se vea como incumplimiento a su palabra, no lo es, porque el Señor no retarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza.

Él es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento por causa de la ira de Dios. (2 Pedro 3:9). Su palabra dice: Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Yahshua,  quien murió por nosotros, ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. (1 Tesalonicenses 5:9,10).

Una habitación celestial nos aguarda, porque los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. (2 Pedro 3: 7). Pero cielo  nuevo y tierra nueva para los hijos de Dios.

El Señor dice: el que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. (Apocalipsis 21:7). Por tanto, ante la pronta venida del Señor, y la indiferencia de la humanidad, el Señor dice.

El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. (Apocalipsis 22:11,12). No olvidemos que tenemos un juicio por delante (Apocalipsis 20:11-15) vida al que ande en vida, muerte al que ande en muerte; en ninguno de los casos habrá injusticia, Dios es Juez Justo.  

Amado lector: si andas en la vida que solo el Señor puede dar ya eres vencedor, pero si andas en muerte que es la paga del pecado (Romanos 6:23) te aconsejo que te arrepientas y pidas perdón al Señor ahora que hay tiempo, porque en verdad no queda mucho.

Shalom

El Señor te dice: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 20:3). Si abres tu corazón al Señor, y crees en él y amas y guardas su palabra, el Espíritu Santo hará morada en ti y te guiará a toda verdad. (Juan 14:23; 16:13). El Señor pagó un precio por ti, entregó su vida por ti en la Cruz para justificarte delante del Padre y seas salvo de la ira en el tiempo de la tribulación. (Romanos 5:9).

Dios entregó a su Hijo por amor a ti para que tu alma no se pierda y tenga vida eterna. (Juan 3:16). Ahí está la Gracia de Dios esperándote. Ahí está el perdón cuando arrepentido vengas a Él.

Ahí está la Salvación en la  sangre del Cordero derramada en la Cruz para ser puesta sobre el dintel de tu corazón. Solo así, el Padre te verá limpio y puro, sin mancha y sin arruga. Prepárate, corre, limpia tus vestiduras, quita todo pecado, porque el Señor llega pronto. Te invito que hagas esta sencilla oración de fe.

Di así: Padre Eterno, en el nombre de tu Hijo Yahshua vengo a ti, porque creo que es el Cordero que vino a morir por mí en la Cruz para que todos mis pecados fueran perdonados, fuera yo justificado y tenga vida eterna.  Creo que tu Hijo Yahshua resucitó de entre los muertos  y pronto vendrá por su iglesia.

Hoy con un corazón contrito y humillado me arrepiento de todos mis pecados y te pido perdón. Aplica la sangre del Cordero sobre mi vida y dame salvación y vida eterna. Padre, crea en mi un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. Amén.

Ahora que eres parte de la iglesia y pueblo  de Dios, lee la biblia (palabra de Dios) y pide a Dios el Padre, que por medio del Espíritu Santo  te de conocimiento,  entendimiento y revelación,  para que con temor pongas por obra su palabra. 

Habla con el Padre Yahweh todos los días y en cada momento, porque ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, y cuando ores,  acércate al Padre en el nombre de su Hijo Yahshua. Clama a Dios, y te responderá y te enseñará cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jeremías 33:3).

 Paz de Yahshua