¡Levántate y suelta tu capa! (Segunda parte)

Un rayito de luz en las tinieblas; ¡Levántate y suelta tu capa! (Segunda parte)

Coatzacoalcos | 2023-05-02

Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.

Y oyendo que era Yahshua nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Yahshua, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! Entonces Yahshua, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.

 Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Yahshua. Respondiendo Yahshua, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.  Y Yahshua le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Yahshua en el camino. Marcos 10:46-52.

Continuando con la segunda parte de este tema, el ciego Bartimeo no tuvo en cuenta su condición para poner en primer lugar su fe. Al contrario, por su condición, su fe fue activada.

Bartimeo no tomó en cuenta a aquellos que lo reprendían, su propósito era levantarse y llegar a Yahshua, por encima de toda circunstancia para recibir su sanidad.

En ese momento Bartimeo arrojando su capa, se levantó y vino a Yahshua  (Marcos 10: 50).

A Bartimeo no le importó que su capa fuese de lino o de algodón, lo que era importante para él era que la capa le impedía llegar rápidamente al Maestro. Él no quería seguir siendo un discapacitado, un ciego. Él solo quería recibir la vista, ver la luz que iluminara su camino.

En cierto sentido, a nosotros nos ocurre lo mismo; en nuestra ceguera espiritual,  hemos oído hablar del poder del Señor Yahshua, de su gracia y de su deseo de salvar a los pecadores; aunque no lo podemos ver con nuestros propios ojos, sabemos que el pasa por el camino, cuando nos hablan de Él.

Pero si creemos en el Señor, la determinación de llegar a él nos llevará a arrojar la capa de la duda, la capa de los placeres, la capa de la ira y el enojo, la capa de los celos, la capa de la envidia, la capa del adulterio y la fornicación, la capa de la pornografía, la capa de la arrogancia, la capa de la intolerancia, la capa del rencor, la capa del odio, y de todo deseo que nos lleva al pecado siendo estorbo para que Dios cumpla su propósito en nuestras vidas.

Ahora que hay tiempo, arrojemos la capa que nos caracteriza como discapacitados o ciegos espirituales. El apóstol Pablo señala.

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente,  y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4:22-24). Corre, procura tu bendición.

El Señor dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. (2 Corintios 6:2).

El Señor Yahshua quiere hacer el milagro en tu vida, en tu familia. Él quiere hacer algo grande que jamás hayas  experimentado si vienes a Él. Así como le preguntó a Bartimeo, cuando arrojó su capa, a ti también te preguntará, ¿qué quieres que te haga?

Lamentablemente, no solo los del camino son los ciegos, también en las iglesias hay ciegos espirituales. Asisten a la congregación, pero lamentablemente la semilla no cae en buena tierra, sino que cae junto al camino. Ellos están ciegos como el ciego Bartimeo, no ven más allá de lo que se les quiere enseñar.

Debemos tener cuidado, la sana doctrina escasea en estos tiempos, hay poca revelación por causa de la religión. Hay muchos que no conocen al Señor, ni aún su verdadero nombre. Llevan años  en sus congregaciones, pero siguen siendo los mismos, afanados, turbados, con ceguera Espiritual.

Arroja tu capa, quita de ti todo lo que te impide ir al Maestro Yahshua; debes procurar tu bendición, tal y como Bartimeo la obtuvo. Prepara tu oído que el Señor está cerca de ti.


Óyelo en la soledad de tu habitación, en la quietud de la noche, en el momento que descansas de tus labores, escúchalo muy de mañana. Abre tu biblia, escudríñala,  dispón tu corazón y el Señor te revelará los secretos escondidos.

El Señor está ahí esperando que vengas a Él para que recibas la vista,  para decirte: vete, tu fe te ha salvado. No tardes más, recobra la vista, y cuando la hayas recobrado, sigue al maestro en el camino; en el camino de sus mandamientos obrando en su voluntad.

Amado lector: ES TIEMPO DE ARROJAR TU CAPA. Es tiempo de acercarte al Señor Yahshua, y conozcas el poder del Espíritu Santo obrando el milagro en tu vida. Es hora de conocer verdaderamente al Señor. Es tiempo de levantarte y arrojar tu capa abriendo las puertas de tu corazón.

Hoy el Señor Yahshua te dice: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:20).

Amado, Dios quiere tener comunión contigo. Quiere ser tu verdadero maestro. Quiere enseñarte cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Quiere abrir tus ojos para que nunca más estés ciego. 

Pero antes, suelta tu capa y ven a Él. Te invito hagas esta sencilla oración de fe: Amado Señor Yahshua, vengo arrepentido de todos mis pecados (cuéntale tus pecados) ya no quiero ser un ciego espiritual sentado en el camino.

Quiero recobrar la vista para poderte ver y seguirte siempre con la luz que le des a mis ojos. Perdóname. Yo creo que en ti está mi salvación porque fuiste inmolado, y en tu sangre he sido perdonado.

Hoy te abro mi corazón, te entrego mi vida, tómala en tus manos y guíame por sendas de amor, de justicia, de santidad, de misericordia, y de vida eterna.

Crea en mí un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Paz de Yahshua

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