Las Manjúas y Camarones, eslabones perdidos en el río Coatzacoalcos Sexta parte

Vivencias de Puerto México; Las Manjúas y Camarones, eslabones perdidos en el río Coatzacoalcos Sexta parte

Coatzacoalcos | 2024-01-15

Continuando con mis vivencias en el inolvidable barrio de las Escolleras de este puerto. Sensacional y mágico lugar donde nací y tuve esplendoroso contacto con la naturaleza, aún viva en el Coatzacoalcos de los años 50s y 60s, durante los primeros once años de mi vida y posteriormente simultáneamente entre el barrio y mi nuevo domicilio en la Colonia Puerto México, en formación, ya que continué trabajando en nuestro taller de carpintería hasta los 21 años de edad, tiempo en el cual decidí estudiar la secundaria, alternadamente con el trabajo como carpintero de banco y constructor de casas de lámina y madera.

            Otra grata vivencia que frecuentemente experimentaba en aquellos años 50s era el gustoso pasatiempo de ir a observar como nadaban los camarones entre las escolleras (piedras de retención) del río a la altura de Corregidora esquina con Quevedo. Esta pesca la realizaba con una lata agujereada que sumergía entre las piedras con algunas veces carnada dentro, luego de un rato sacaba la lata y él o los camarones y pequeñas sardinas, encontrados. Posteriormente los vertía en un frasco con agua, con el fin de observar la manera en cómo nadan y definir la diferencia de nado con los peces; al término del pasatiempo los regresaba a su hábitat ya que no me convenía llevarlos a casa porque mis padres se darían cuenta de haberme ido a pescar en horas cuando me dejaban cuidando el taller, regularmente a la hora de la comida.

Asimismo, cabe destacar que, si estaba pasándome de tiempo en las piedras del río, llegaba mi abuelita Rosario Loyo y me gritaba ¡Vìvi, ya regresa al taller, porque si no te sonarán, criatura de dios! Esto porque las mañanas eran para estudiar la cartilla (librito preescolar con doña Tina) y, a partir de los siete años asistía a la primaria ya, que las tardes estaban reservadas para jugar con la palomilla en la calles y medaños de arena,

Otro pasatiempo más era el observar los cardúmenes de Manjúas (pequeños peces parecidos a las sardinas) que regularmente eran más observables en las playas que había en el malecón rivereño Manuel Ávila Camacho, ubicadas desde el antiguo paso de lanchas hasta la calle Madero. Aquí mi entretenimiento era también la observación del nado y movimiento sincrónico de la mancha de tales peces en un "vaivén dancístico" en sincronía como si el conjunto fuera un sólo pez.

Esta vivencia sobre las manjúas también fue descrita por don Ismael Sulvarán (extripulante del buque-tanque "Potrero del Llano" bombardeado por un submarino alemán frente a las costas del golfo de México durante la segunda guerra mundial, debido a que regularmente transportaba petróleo crudo a los Estados Unidos, por lo que al reincidir...) y, por don Raymundo Acevedo (histórico pescador del barrio) en publicaciones del 2008 en el suplemento tiempo libre. Indicando don Ismael que cuando había muchos de estos pececitos era cuando más pesca de Gallegos había en esa parte del río, ya que, según él, esta era la comida predilecta de los Jureles (gallegos), pescado actualmente preferido para elaborar el tradicional ceviche y minilla de pescado porteño...

Continuará     

         

Recordemos que: "la palabra PROGRESO no tiene ningún sentido, mientras haya niños o pueblos infelices". (A. Einstein).

Si usted es persona mayor, originaria de este puerto de Coatzacoalcos o llegó muy joven, platíquenos sus vivencias. Entrevistas con: Ing. y LMI David Caba Vinagre, davidvinagre52@hotmail.com, WhatsApp 921-2684397.   

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