Huellas imborrables

Aguas de reposo; Huellas imborrables

Coatzacoalcos | 2023-06-30

¿Cómo está usted? Afectuosamente lo invito a nuestras reuniones Dominicales a las 11.30 y 6.30 en la Iglesia Cristiana Bíblica AGAPE de La Llave 1002 casi esquina con Aldama.

        En la banqueta de mi hogar está impresa la huella de un gallo que pasó por ahí cuando el cemento estaba fresco.

 Dicha banqueta tiene unos 30 años y aunque del ave ya no quedan ni los huesos su recuerdo quedó indeleblemente grabado para muchos años en ésa huella que proclama que por ahí pasó un día.

    Esto me llevó a la siguiente reflexión que espero sea de interés para usted: Muchas acciones y palabras que hoy realicemos o digamos pueden también dejar una huella imborrable por muchos años y aún para el resto de las vidas de quienes nos rodean.

Muchos traumas, complejos y frustraciones que algunos sufren tuvieron su origen años atrás, en su tierna infancia o primeros años de vida.

    Padres golpeadoras, humillantes y violentos crían hijos inseguros, resentidos o apocados que enfrentan serias dificultades en sus vidas adultas y aunque los golpes físicos merecen un capítulo aparte por hoy quisiera enfocarme al maltrato verbal, esto es, a las ofensas y agresiones que por medio de palabras hirientes podemos causar a otros y que les acompañarán como sus sombras el resto de sus existencias.

   Considere por favor éste Proverbio del sabio Rey Salomón: "Hay quienes hablan como dando estocadas de espada pero la lengua de los sabios es medicina" (Prov. 12:18).

  

¿Qué le parece?

   Creo que le ha tocado oir personas cuyas bocas son más dañinas que los puñales o las balas.  

Insultos, chismes, blasfemias y palabras humillantes brotan a torrentes de sus labios con su letal contenido de veneno emocional para quienes escuchan.

Siempre le digo a mi Iglesia que muchas veces hacemos más daño con las palabras que con los puños pues el daño causado por éstos en unos días sanará pero las heridas del alma que producen las estocadas verbales tardarán años y a lo peor nos las llevaremos a la tumba.

    En el otro extremo están aquéllas frases de amor, aliento y comprensión que se brindan cuando alguien se encuentra abatido o herido por algún desengaño o fracaso y es entonces cuando se cumple que las palabras de sabios son como medicina espiritual.

El mismo Salomón dijo que la apalabra dicha como conviene es como una manzanita de oro con adornos de plata y como un panal de miel suave para el alma y medicina para los huesos (Pr. 25:11 y 16:24)  

     ¿Se imagina una joya así?  ¡Pues así de comparable es ésa palabra animosa y alentadora para el corazón herido! ¡Ni la mejor medicina hará tan buen efecto como ésta!

    A propósito: ¿A qué se parecen sus palabras, amable lector?  ¿Son estocadas o manzanitas de oro  y medicina?  Se lo digo con todo respeto: ¿Cómo lo conocen sus hijos y esposa?  ¿Sus amigos hallan en usted apoyo o huyen de su presencia?

 Por favor no olvide que aquel gallito dejó una huella que ha durado años y que ésos pollitos  que sus hijos y nietos son hoy recibirán en sus mentes y corazones una impresión que los puede beneficiar o destruir el día de mañana, según sea el caso.    

     ¿Cómo le gustaría que lo recordaran cuando haya partido? ¿Como alguien que fue una bendición y motivo de inspiración o como alguien nocivo cuya existencia quisieran olvidar? Personalmente tengo huellas que mis padres y algunos maestros grabaron en mi alma y que han sido de sostén y apoyo en mis horas de prueba.

     Al despedirme por hoy cariñosamente le pido que piense muy bien en  ésta frase de nuestro Hno. El Apóstol  Pablo: "Todo lo que el hombre siembre eso cosechará" (Gálatas 6:7) Es mi oración que siembre bondad y estímulo para que coseche bendiciones y paz.

     Nuestro Señor JESUCRISTO  dijo así: "De la abundancia del corazón hablará la boca" (Mateo 12:34).

     ¡Deje que El Señor lo vacíe de amargura, ira y rencor y lo llene de amor, bondad y paz para Su gloria y la bendición de usted y los suyos!

   

  ¡Que Dios lo bendiga mucho!

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